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Aftol823. 489
narios abogaban por cierta templanza, por algún viso de mode­
ración; y el grado de teniente general dado á Eguía por sus pros­
cripciones, y el nombramiento de consejero de Estado conferido
igualmente á Erro en justo premio á su exageración en sentido
ultra-monárquico puro, indicaron los únicos títulos que podrían
ser valederos para los grados y consideraciones en la era que daba
comienzo. Y vedla el dia 30 de junio despojar desús empleos
y honores á cuantos los hubiesen obtenido después del 7 de
marzo de 1820; vedla declarar nulos y de ningún valor todos
y cada uno de los actos del gobierno constitucional, borrándo­
los de la historia del tiempo como Fernando lo habia hecho en
1814; vedla devolver sus destinos á los que los tenían con
anterioridad al 7 de marzo ya dicho; vedla , en fin, para mas
asegurarse de las ideas de los agraciados, de su ninguna con­
taminación con la peste del constitucionalismo , crear la Junta
de Purificaciones con mas rigor que la instalada antes en la
época del lí- al 20 contra los pobres afrancesados; junta inicua,
atroz, furibunda, y comparable solo en sus efectos, en sus pro­
cedimientos y trámites, al Santo Oficio sacerdotal. ¿Estañare­
mos con estos antecedentes , ver en julio sujetos los militares
á ser calificados en sus grados retrotrayéndolos al dicho dia 7,
y borrando del mundo de los hechos los adelantos que en su
carrera hubieran tenido después? ¿Estrañaremos tras esto ver
privados de sus sueldos, grados y honores á cuantos, teniéndolos
legítimamente, hubieran pertenecido á la Milicia nacional vo­
luntaria ó á las sociedades secretas?
¡A. las sociedades secretas! Nada mas justo que anatema­
tizarlas ; ¿ pero tenían derecho á obrar así los que mancomunados
con Roma habian fundado en España la del Ángel Estermina-
ílor,..,. los que ahora estendian mas y mas Ips conciliábulos del