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medida. Quedaron, pues, las Cortes estraordinarias convocadas
para el último tercio de setiembre, designando el mismo gobierno
coa arreglo á la Constitución los puntos en que habian de
ocuparse, sin perjuicio de añadir otros mas, según mas al caso
oréjese.
Cerrado el Congreso, pensó el rey en alejarse de Madrid
para entregarse, según costumbre, á conspirar contra la Constitución
en la soledad de sus Sitios; y después de haber autorizado
al furibundo general Eguía para formar una junta céntrica
en el territorio francés, con cuyo objeto se escapó aquel
de la isla de Mallorca que el gobierno le habia señalado por
cuartel, dirigióse el 11 de julio á los baños de Sacedon , donde
permaneció hasta el 3 de agosto, en que volvió de nuevo á
Madrid, si bien para estar poco tiempo, puesto que el 16 del
mismo mes, tornó á salir para San Ildefonso. En este real
sitio sufrió un terrible ataque de gota. «Los variados afectos,
dice su historia tantas veces citada, que habian combatido la
existencia del príncipe; su atormentadora ambición, luchando
siempre con la debilidad de carácter, y su propensión á los
placeres de la mesa y de la hermosura, habian poco á poco
minado su salud, y en la flor de la vida veíase condenado á
sufrir una enfermedad cruel é incurable que abreviaba sus dias.»
Para distraerse sin duda en un estado tan lamentable, volvió
de nuevo á sus tentativas contra el Código que habia jurado,
y sin tomar lección de las escenas que el nombramiento de
Carvajal habia anteriormente originado, admitió la dimisión
que MorenoDaoiz hizo del ministerio déla Guerra, sustituyéndole
por sí y ante sí, sin contar con sus ministros responsables,
el general Contador. No admitiendo este aquel cargo,
tanto por hallarse achacoso y en edad bastante avanzada,