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UU TIRIOS Y TROYANOS.
vuelto y osado carácter comenzaba á captarse en el ánimo real
aquel ascendiente que gozó en adelante, y que lan funesto fué á
los liberales.»
Ya lo veis. La venida de Isabel no produjo en España otro
efecto que proporcionar á Fernando el gusto de añadir á la lis­
ta de los que padecían por él, una bella víctima mas. El rey no
quiso hacer en su boda ni aun lo que en tales casos se acos­
tumbra, que es otorgar alguna amnistía para hacer mas alegres
las fiestas que acompañan semejantes enlaces. Los liberales que
estaban confinados en los pueblos por donde la reina tenia que
pasar desde Cádiz para dirijirse á Madrid, fueron de real orden
trasladados á otras poblaciones distantes, y lo mismo los de las
inmediaciones, no fuese que les ocurriera elevar á Isabel alguna
súplica , ó que ella al ver sus padecimientos, tuviese com­
pasión de sus cuitas y abogase ante el trono por ellos. Lle­
gada la reina á la Corte, no existia ya tal peligro, y los presos
y confinados volvieron á los calabozos y puntos en que antes re-
sidian. Esto en cuanto á los partidarios del gobierno constitu­
cional. Por lo que toca álos de José, este año les fué muy peor
que en los años li y 15, puesto que en 28 de junio añadióse
á su estrañamiento y al secuestro de todos sus bienes el vejamen
de un nuevo proceso para averiguar los grados del crimen que
en su anterior conducta política pudieran haber cometido, su­
jetándose á las pobres viudas de los que habian muerto en el
destierro, no solo á presentar la fé de tales cuando se rcstituian
á España, sino á ser vijiladas también por las autoridades del
gobierno, no fuese trajeran consigo la grippe ó el cólera asiá­
tico, bien que de esta enfermedad por entonces no tuviese na­
die noticia. Con esto cayeron por tierra las esperanzas de me­
jores tiempos concebidas por los españoles que no eran furi-