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izonte de las cosas públicas. Solamente un esfuerzo extraor­<br />

dinario podia salvar al pais; pero ó no hubo valor para exi-<br />

rlo, ó ya he dicho cuanto hay que decir en lo relativo<br />

1 asunto, y volverlo á repetir es pesado. La demanda del mi-<br />

isterio se redujo á pedir treinta mil hombres, y la autorización<br />

orrespondiente para introducir en el reino armas y pertrechos<br />

e guerra, así como otra para cobraren /hitos las contribucio­<br />

nes atrasadas. Petición que se comenta á si misma, no está<br />

necesitada de glosas, y asi no las haré por mi parte. Las pro­<br />

vincias debian tener corrientes;esto es, uniformados y armados<br />

y á disposición del gobierno dentro de un mes contado desde<br />

la publicación del decreto, los cupos que se les pedian, prome­<br />

tiéndose á las diputaciones provinciales declararlas beneméritas<br />

de la Patria, si conseguían hacerlo así. El plazo á la verdad<br />

era corto; pero milagros hace el patriotismo, y milagros hi­<br />

cieron algunas diputaciones: lo imposible, lo insuperable, era<br />

instruir y disciplinar en número tan corto de dias tropas que se<br />

pedian tan tarde; pero en cambio nos cabia el consuelo de no<br />

tener en cuanto al último punto al resto del ejército español,<br />

contaminado como estaba con las revueltas y con nuestra cons-<br />

| tante anarquía, muy bien organizado que digamos. El Congre­<br />

so, sacrificando otra vez momentáneamente delante del peligro<br />

común las discordias de los partidos, otorgó desde luego á los<br />

ministros cuanto tuvieron á bien pedirle; descansando en la<br />

confianza de que bastaban tales recursos para hacer frente á<br />

los cien mil franceses, como dijeron solemnemente aquellos, y<br />

él por su parte tuvo á bien creer. Entretanto, urgiendo el ne­<br />

gocio, pasóse á discutir sin demora la formación del Estado ma­<br />

yor y la nueva organización que se debia dar á nuestros ejércitos,<br />

quedando nombrado jefe de aquel el general Zarco del Valle, y es-

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