05.09.2019 Views

El infierno de Gabriel_1

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

—¿Por qué le has dado tu número <strong>de</strong> teléfono? Ethan vive con<br />

una mujer. ¿Por qué <strong>de</strong> repente te llama Julia y te invita a copas?<br />

—¡Me llama Julia porque ése es mi nombre! Tú eres el único que<br />

no lo usa. Y, a estas alturas, aunque quisieras hacerlo, te diría que no.<br />

Será mejor que <strong>de</strong> ahora en a<strong>de</strong>lante me llames señorita Mitchell. Y no<br />

le he dado mi número <strong>de</strong> teléfono.<br />

—¿Cómo que no? Te he visto. Se lo estabas anotando. ¿Con<br />

cuántos hombres a la vez piensas quedar?<br />

<strong>El</strong>la negó con la cabeza, <strong>de</strong>masiado enfadada para respon<strong>de</strong>r, y<br />

trató <strong>de</strong> escabullirse por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> su brazo, pero él la atrapó por la<br />

cintura.<br />

—Baila conmigo.<br />

—¡Ja! ¡Ni <strong>de</strong> coña!<br />

—No seas rebel<strong>de</strong>.<br />

—Sólo estoy empezando a ser rebel<strong>de</strong>, profesor.<br />

—Ten cuidado —susurró él en tono amenazador.<br />

Julia sintió que un escalofrío le recorría la espalda.<br />

—¿Por qué no me clavas un puñal en el corazón y acabamos<br />

antes? —susurró, mirándolo fijamente—. ¿No me has hecho ya<br />

bastante daño?<br />

<strong>Gabriel</strong> la soltó inmediatamente y se tambaleó hacia atrás.<br />

—Julianne. —Su tono estaba a medio camino entre un reproche<br />

y una pregunta. Frunció el cejo, muy disgustado. No estaba enfadado.<br />

Más bien parecía herido—. ¿Tan perverso soy? —murmuró.<br />

<strong>El</strong>la negó con la cabeza, con los hombros hundidos.<br />

—No tengo ningún <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> hacerte daño. Todo lo contrario<br />

—dijo él al ver que había vuelto a adoptar una postura sumisa y le<br />

buscó la boca con la mirada. Vio que el labio inferior le temblaba. Y<br />

también que no sabía adón<strong>de</strong> mirar.<br />

«Está asustada, payaso. Afloja un poco.»<br />

—Antes has dicho que no te había invitado a bailar. Te invito<br />

ahora —añadió, suavizando mucho su tono <strong>de</strong> voz—. Julianne, ¿me<br />

harías el honor <strong>de</strong> bailar conmigo, por favor?<br />

Y sonrió con la cabeza un poco la<strong>de</strong>ada, un gesto que usaba<br />

mucho cuando quería seducir a una mujer, pero que no tuvo el efecto<br />

<strong>de</strong>seado, porque Julia no alzó la vista. Alargando la mano, volvió a<br />

acariciarle la muñeca, como si estuviera pidiéndole disculpas a su piel,<br />

aunque ésta no las habría aceptado <strong>de</strong> haber podido hablar.<br />

Julia se llevó a mano al cuello instintivamente, como si estuviera<br />

sufriendo un latigazo cervical por culpa <strong>de</strong> su vaivén emocional. Al

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!