05.09.2019 Views

El infierno de Gabriel_1

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

¿Quieres compartir la paella valenciana conmigo? Sólo la preparan<br />

para dos personas. Está muy buena. —Por fin se dio cuenta <strong>de</strong> su<br />

pali<strong>de</strong>z y <strong>de</strong> que le temblaban las manos—. ¿Te encuentras bien?<br />

<strong>El</strong>la se frotó la frente.<br />

—Sí, paella está bien.<br />

—Tal vez <strong>de</strong>berías aflojar un poco con la sangría. Apenas has<br />

comido. Estás muy pálida.<br />

Paul estaba preocupado por si la había disgustado con sus<br />

procaces revelaciones. No <strong>de</strong>bería habérselo contado. Cambió <strong>de</strong><br />

tema y le empezó a explicar anécdotas <strong>de</strong> su último viaje a España y a<br />

hablarle <strong>de</strong> su fascinación por la arquitectura <strong>de</strong> Gaudí.<br />

Julia asentía y le hacía preguntas <strong>de</strong> vez en cuando, pero su<br />

mente estaba muy lejos <strong>de</strong> allí, preguntándose con quién exactamente<br />

había compartido cama hacía una semana, con el ángel caído que aún<br />

poseía bondad en su interior o con alguien distinto, mucho más<br />

oscuro.<br />

Se fijó en que la mano izquierda <strong>de</strong> Singer había <strong>de</strong>saparecido<br />

<strong>de</strong> la vista. Aunque no se atrevió a buscar los ojos <strong>de</strong> <strong>Gabriel</strong>, la<br />

profesora se dio cuenta <strong>de</strong>l interés <strong>de</strong> ella. Las miradas <strong>de</strong> ambas se<br />

cruzaron justo cuando <strong>Gabriel</strong> le apartaba la mano <strong>de</strong>l regazo.<br />

Avergonzada, Julia se volvió hacia Paul. La mirada <strong>de</strong> Singer se<br />

transformó. De ser una mirada <strong>de</strong>scarada pasó a ser otra <strong>de</strong><br />

fascinación.<br />

Ansiosa por huir <strong>de</strong> aquel sórdido espectáculo, Julia se excusó<br />

alegando que no se encontraba bien y se levantó <strong>de</strong> la mesa. Subió al<br />

primer piso en busca <strong>de</strong> los servicios.<br />

Se miró al espejo, tratando <strong>de</strong> asimilar todo lo que había oído.<br />

Su mente era un torbellino <strong>de</strong> imágenes y palabras que le <strong>de</strong>sgarraban<br />

el corazón.<br />

¿Por qué querría nadie que lo golpearan? <strong>Gabriel</strong> y Ann...<br />

Dolor... Control... La mano <strong>de</strong> ella en el regazo <strong>de</strong> él... Ann pegando a<br />

<strong>Gabriel</strong>... <strong>Gabriel</strong> pegando a Ann...<br />

Julia se inclinó sobre el lavabo, luchando contra las náuseas. No<br />

supo cuánto tiempo pasó así, con los ojos cerrados, hasta que alguien<br />

entró.<br />

—Hola, hola. —La profesora Singer la estaba contemplando con<br />

una sonrisa <strong>de</strong> oreja a oreja, que <strong>de</strong>jaba al <strong>de</strong>scubierto sus dientes<br />

brillantes.<br />

Julia observó que la luz que se reflejaba en las gafas <strong>de</strong> la mujer<br />

hacía que sus ojos ver<strong>de</strong>s tuvieran un brillo rojizo.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!