05.09.2019 Views

El infierno de Gabriel_1

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

y la tarjeta <strong>de</strong>l Starbucks es una exageración. Por no hablar <strong>de</strong> la<br />

beca. Nunca podría <strong>de</strong>volvértela. Ya le <strong>de</strong>bo <strong>de</strong>masiadas cosas a tu<br />

familia. No puedo aceptar nada más.<br />

Empujó los sobres una vez más.<br />

—Pue<strong>de</strong>s aceptarlo y lo aceptarás. La tarjeta <strong>de</strong> regalo es<br />

intrascen<strong>de</strong>nte. Yo gasto mucho más que eso en café cada mes.<br />

Quería <strong>de</strong>mostrarte <strong>de</strong> un modo tangible que respeto tu inteligencia.<br />

Cometí una indiscreción en un momento en que tenía la guardia baja y<br />

la señorita Peterson lo aprovechó y retorció mis palabras <strong>de</strong> un modo<br />

intolerable. Así que no lo consi<strong>de</strong>res un regalo, considéralo una<br />

in<strong>de</strong>mnización. Hablé mal <strong>de</strong> ti sin motivo y por eso te escribí esa<br />

tarjeta. Si no la aceptas, el conflicto permanecerá sin resolver entre<br />

nosotros, porque no creo que me hayas perdonado que hablara mal<br />

<strong>de</strong> ti <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> tus colegas.<br />

Acercándole los sobres una vez más, la miró fijamente.<br />

Julia le clavó la vista en la pajarita para no caer presa <strong>de</strong> su<br />

intensa mirada azul. Se preguntó cómo habría logrado hacerse el nudo<br />

tan <strong>de</strong>recho y uniforme.<br />

«Tal vez haya contratado a una profesional para que se lo haga.<br />

Alguien con el pelo rubio teñido y tacones <strong>de</strong> aguja. Y uñas muy<br />

largas.»<br />

Julia volvió a <strong>de</strong>slizar la tarjeta <strong>de</strong>l Starbucks, <strong>de</strong>safiante. Para<br />

su gran sorpresa, la expresión <strong>de</strong> <strong>Gabriel</strong> se endureció, pero se<br />

guardó la tarjeta.<br />

—No pienso pasarme la noche jugando al ping-pong <strong>de</strong> tarjeta<br />

<strong>de</strong> regalo contigo. Pero la beca no se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>volver. <strong>El</strong> dinero no es<br />

mío. Lo único que hice fue alertar al señor Randall, el director <strong>de</strong> la<br />

organización filantrópica, <strong>de</strong> tus méritos académicos.<br />

—Y <strong>de</strong> mi pobreza —murmuró ella.<br />

—Si tienes algo que <strong>de</strong>cirme, señorita Mitchell, ten la cortesía <strong>de</strong><br />

hablar a un nivel audible —dijo él, con los ojos brillantes.<br />

<strong>El</strong>la le <strong>de</strong>volvió una mirada igual <strong>de</strong> encendida.<br />

—No creo que todo esto sea muy profesional, profesor Emerson.<br />

No sé cómo lo has logrado, pero sé que me estás haciendo llegar<br />

miles <strong>de</strong> dólares a través <strong>de</strong> una beca. Cualquiera pensaría que estás<br />

tratando <strong>de</strong> comprarme.<br />

<strong>Gabriel</strong> inspiró hondo y contó hasta diez para no estallar.<br />

—¿Comprarte? Pue<strong>de</strong>s creerme, nada está más lejos <strong>de</strong> mi<br />

intención. Me siento muy ofendido por tus palabras. Si te <strong>de</strong>seara, no<br />

tendría que comprarte.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!