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El infierno de Gabriel_1

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pendientes a mí. —<strong>Gabriel</strong> empezó a sentir pánico. Entornó los ojos y<br />

se concentró en la pequeña superficie <strong>de</strong> terciopelo ro<strong>de</strong>ada por su<br />

piel <strong>de</strong> porcelana—. Si los rechazas, me harás mucho daño.<br />

Aunque lo dijo susurrando, sus palabras la golpearon con la<br />

fuerza <strong>de</strong> un grito.<br />

Julia tragó saliva y reflexionó unos instantes antes <strong>de</strong> <strong>de</strong>cir:<br />

—Lo siento. Son preciosos y no puedo expresar con palabras lo<br />

honrada que me siento, pero no me parece correcto.<br />

Vio que el estado <strong>de</strong> ánimo <strong>de</strong> él pasaba <strong>de</strong> herido a disgustado<br />

y bajó la vista hacia el mantel.<br />

—No me has entendido, Julianne. No te los doy para que tengas<br />

algo <strong>de</strong> Grace. No son como el pañuelo o el collar <strong>de</strong> perlas.<br />

<strong>El</strong>la se mordió el labio inferior mientras esperaba a que siguiera<br />

hablando.<br />

Él se inclinó y le puso una mano en la mejilla.<br />

—Te los regalo para conmemorar que ya te he entregado mi<br />

corazón. —Tragó saliva—. Es mi manera <strong>de</strong> <strong>de</strong>cirte que eres el amor<br />

<strong>de</strong> mi vida y que quiero que siempre lleves algo mío contigo. ¿No lo<br />

ves? Estos diamantes representan mi corazón. No pue<strong>de</strong>s<br />

rechazarlos.<br />

Julia vio que hablaba completamente en serio. Si le hubiera<br />

regalado un anillo <strong>de</strong> compromiso se habría sorprendido mucho, pero<br />

lo habría aceptado. Sabía que no había en el mundo otra persona para<br />

ella, sólo él. Entonces, ¿por qué dudaba?<br />

Por un lado, era una cuestión <strong>de</strong> orgullo, pero por otro, la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong><br />

hacerle daño al rechazar su regalo le resultaba intolerable. No quería<br />

herirlo. Lo amaba. Y suponía que eso respondía a su dilema.<br />

—Son preciosos. Son el regalo más bonito que he recibido<br />

nunca, sólo comparable al <strong>de</strong> tu amor. Gracias.<br />

Él le besó los <strong>de</strong>dos, agra<strong>de</strong>cido.<br />

—Grace se sentirá muy feliz si sabe que nos hemos encontrado.<br />

Creo que nos está viendo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> arriba y nos está bendiciendo. Y creo<br />

que está muy contenta al ver que le he regalado los pendientes a la<br />

mujer que amo.<br />

Sonriendo, la abrazó apasionadamente.<br />

—Gracias —susurró.<br />

Después <strong>de</strong> besarla, le quitó la cajita <strong>de</strong> la mano y la ayudó a<br />

ponerse los pendientes, dándole un beso en cada lóbulo al acabar.<br />

—Meravigliosa.<br />

Julia se rió, nerviosa.

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