05.09.2019 Views

El infierno de Gabriel_1

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Julia tardó unos momentos en enten<strong>de</strong>r lo que le estaba<br />

diciendo. Cuando al fin lo hizo, las manos le empezaron a temblar <strong>de</strong><br />

ansiedad y el zumo <strong>de</strong> naranja se le cayó sobre el <strong>de</strong>sayuno,<br />

mojándolo.<br />

Parpa<strong>de</strong>ó tratando <strong>de</strong> recobrar la compostura. Mientras secaba<br />

el zumo <strong>de</strong>l plato, se mal<strong>de</strong>cía en voz baja por ser un manojo <strong>de</strong><br />

nervios.<br />

«<strong>Gabriel</strong> <strong>de</strong>be <strong>de</strong> estar harto <strong>de</strong> verme tirar cosas. Soy una<br />

idiota.»<br />

Cuando iba a levantarse, vio una mano ante ella, ofreciéndole<br />

apoyo. Al levantar la vista, se encontró con un par <strong>de</strong> ojos color zafiro<br />

que la miraban con preocupación. <strong>Gabriel</strong> la ayudó a bajar <strong>de</strong>l taburete<br />

y a sentarse en otro seco. Tras darle un beso rápido en la frente, la<br />

tranquilizó:<br />

—Ahora estás a salvo —musitó—. No permitiré que se acerque<br />

a ti. —Le acarició los brazos, frotándoselos arriba y abajo para<br />

relajarla.<br />

Mientras Richard le preparaba otro gofre, <strong>Gabriel</strong> recogió el<br />

<strong>de</strong>sayuno mojado y lo <strong>de</strong>jó en el frega<strong>de</strong>ro.<br />

—Yo me encargo. Siéntate con tu chica —dijo Scott a<br />

regañadientes—. Y lo siento.<br />

Nadie se dio cuenta <strong>de</strong> la conversación entre los hermanos: el<br />

hijo pródigo y el hijo constante. Sus ojos se encontraron y en ellos<br />

brilló la luz <strong>de</strong> la comprensión y, tal vez, <strong>de</strong>l perdón. Asintiendo<br />

agra<strong>de</strong>cido, <strong>Gabriel</strong> se sentó junto a Julia. Ro<strong>de</strong>ándole la cintura con<br />

un brazo, le susurró palabras tranquilizadoras al oído hasta que ella<br />

<strong>de</strong>jó <strong>de</strong> temblar.<br />

Tenía que llevársela <strong>de</strong> Selinsgrove.<br />

Mientras se alejaban, Julia cerró los ojos y suspiró aliviada.<br />

Había sido una mañana llena <strong>de</strong> emociones. Decirle adiós a su familia<br />

adoptiva no había sido fácil. Y <strong>de</strong>cirle adiós a su padre, tras los<br />

acontecimientos <strong>de</strong>l fin <strong>de</strong> semana, había sido agotador.<br />

—¿Lamentas marcharte? —<strong>Gabriel</strong> le acarició la mejilla.<br />

Julia abrió los ojos.<br />

—Una parte <strong>de</strong> mí no quería irse, pero otra <strong>de</strong>seaba huir <strong>de</strong> ahí<br />

lo antes posible.<br />

—Lo entiendo. A mí me pasa lo mismo.<br />

—¿Qué te ha dicho mi padre al <strong>de</strong>spedirse?<br />

<strong>Gabriel</strong> se removió en el asiento.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!