05.09.2019 Views

El infierno de Gabriel_1

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

para los sin techo. Les pregunté si aceptaban voluntarios y me<br />

enviaron a la cocina.<br />

—¿Así pasaste la noche <strong>de</strong> Acción <strong>de</strong> Gracias?<br />

<strong>El</strong>la se encogió <strong>de</strong> hombros.<br />

—No podía volver a casa. Los <strong>de</strong>l Ejército <strong>de</strong> Salvación fueron<br />

muy amables conmigo. Cuando acabamos <strong>de</strong> servir la cena, comí<br />

pavo con el resto <strong>de</strong> los voluntarios. Incluso me llevé un poco que<br />

había sobrado a casa. Y un trozo <strong>de</strong> tarta. Nadie me había preparado<br />

tarta antes.<br />

<strong>Gabriel</strong> se aclaró la garganta.<br />

—Julianne, ¿por qué no fuiste a vivir antes con tu padre?<br />

—No todos los días eran tan malos —contestó y empezó a<br />

juguetear con la camiseta <strong>de</strong> <strong>Gabriel</strong>, enroscándosela alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l<br />

<strong>de</strong>do y tirando <strong>de</strong> ella.<br />

—¡Eh, cuidado! —Él se echó a reír—. Me estás arrancando los<br />

cuatro pelos que tengo.<br />

—Lo siento. —Julia le alisó la camiseta, nerviosa—. Mi padre<br />

vivió con nosotras hasta que mi madre lo echó <strong>de</strong> casa. Yo tenía<br />

cuatro años. Regresó a Selinsgrove, su pueblo natal. Solía llamarme<br />

los domingos. Un día, mientras hablaba con él, se me escapó <strong>de</strong>cirle<br />

que uno <strong>de</strong> los novios <strong>de</strong> mi madre se había colado en mi cuarto la<br />

noche anterior, <strong>de</strong>snudo, creyendo que mi habitación era el baño.<br />

—Se aclaró la garganta y empezó a hablar más <strong>de</strong> prisa, para que<br />

<strong>Gabriel</strong> no pudiera hacerle la pregunta—. Papá se asustó y me<br />

preguntó si ese hombre me había tocado. No lo había hecho.<br />

Entonces, mi padre quiso hablar con mi madre. Cuando le expliqué<br />

que no podía molestarla cuando estaba con alguno <strong>de</strong> sus novios, me<br />

dijo que me metiera en mi habitación y que cerrara la puerta por<br />

<strong>de</strong>ntro. Por supuesto, no tenía cerradura ni cerrojo. A la mañana<br />

siguiente, a primera hora, mi padre se plantó en casa y me llevó con él<br />

a Selinsgrove. Menos mal que el novio ya se había ido. Creo que papá<br />

lo habría matado.<br />

—¿Te marchaste?<br />

—Sí. Papá le dijo a mi madre que si no <strong>de</strong>jaba el alcohol y los<br />

hombres, se quedaría conmigo permanentemente. <strong>El</strong>la aceptó ir a<br />

rehabilitación y yo me fui a vivir con él.<br />

—¿Cuántos años tenías?<br />

—Ocho.<br />

—¿Por qué no te quedaste luego con tu padre?<br />

—Porque nunca estaba en casa. Tenía un trabajo que le

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!