05.09.2019 Views

El infierno de Gabriel_1

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

—No, no es nada. Propaganda. —Metió el sobre en su nueva<br />

mochila L. L. Bean y se obligó a sonreír—. ¿Listo para el seminario?<br />

Creo que va a ser una buena clase.<br />

—No lo creo. <strong>El</strong> Profesor está <strong>de</strong> muy mal humor. No lo<br />

provoques. Lleva dos semanas rarísimo. —Paul se había puesto muy<br />

serio—. No quiero que se repita lo que pasó la última vez que estuvo<br />

tan alterado.<br />

Julia se apartó el pelo <strong>de</strong> la cara y sonrió.<br />

«Creo que <strong>de</strong>berías <strong>de</strong>cirle a Emerson que no me provoque él a<br />

mí. Llevo un sujetador negro en la mochila y un montón <strong>de</strong> rabia<br />

acumulada. Es él quien tiene problemas. No yo.»<br />

—Me alegro <strong>de</strong> que estés mejor. Estaba preocupado por ti.<br />

—Paul le cogió la mano y le puso algo frío en la palma. Luego le cerró<br />

los <strong>de</strong>dos y se los apretó con suavidad. Al abrirlos, Julia vio que se<br />

trataba <strong>de</strong> un precioso llavero <strong>de</strong> plata, en forma <strong>de</strong> letra «P», que se<br />

balanceaba como un péndulo.<br />

—Ni se te ocurra <strong>de</strong>cirme que no pue<strong>de</strong>s aceptarlo. Sé que no<br />

tienes llavero y quería que supieras que había pensado en ti mientras<br />

estaba fuera. Por favor, no me lo <strong>de</strong>vuelvas.<br />

Julia se ruborizó.<br />

—No iba a <strong>de</strong>volvértelo. No quiero ser <strong>de</strong> esas personas que,<br />

cuando los otros tratan <strong>de</strong> ser amables con ellas, lo pagan tirándoles<br />

su amabilidad a la cara. Sé lo que se siente. —Miró rápidamente a su<br />

alre<strong>de</strong>dor para asegurarse <strong>de</strong> que estaban solos—. Gracias, Paul. Yo<br />

también te he echado <strong>de</strong> menos.<br />

Se acercó y le ro<strong>de</strong>ó el enorme torso con los brazos, con el<br />

llavero colgando <strong>de</strong> los <strong>de</strong>dos. Apoyando la mejilla en los botones <strong>de</strong><br />

su camisa, lo abrazó.<br />

—Gracias —repitió, suspirando mientras los largos y musculosos<br />

brazos <strong>de</strong> Paul la engullían.<br />

—De nada, Conejito —replicó él, dándole un suave beso en la<br />

coronilla.<br />

Ajenos a todo, no se dieron cuenta <strong>de</strong> que un temperamental<br />

especialista en Dante acababa <strong>de</strong> entrar en el <strong>de</strong>spacho, ansioso <strong>de</strong><br />

asegurarse <strong>de</strong> que cierta prenda había llegado a su <strong>de</strong>stinataria. Se<br />

quedó inmóvil al ver a la joven pareja que se abrazaba y murmuraba<br />

algo en voz baja.<br />

«<strong>El</strong> follaángeles vuelve a la carga.»<br />

—¿Quién te ha tirado tu amabilidad a la cara? —preguntó Paul,<br />

ajeno al dragón que escupía fuego por la boca a su espalda.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!