05.09.2019 Views

El infierno de Gabriel_1

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

el alcoholismo <strong>de</strong> su madre, la preocupaba que tuviera problemas con<br />

la bebida. Pero su bondad le impedía hacerle daño, obligándolo a<br />

mirar algo que él no quería ver.<br />

Habría hecho cualquier cosa por <strong>Gabriel</strong>, el hombre con el que<br />

había pasado una noche en el bosque, si él le hubiera dado el más<br />

mínimo indicio <strong>de</strong> que la quería. Habría <strong>de</strong>scendido a los Infiernos y lo<br />

habría buscado por todos sus círculos hasta encontrarlo. Habría<br />

atravesado con él las puertas y lo habría traído <strong>de</strong> vuelta,<br />

arrastrándolo. Si <strong>Gabriel</strong> hubiera sido Frodo, Julia habría sido su Sam<br />

y lo habría seguido hasta las entrañas <strong>de</strong>l Monte <strong>de</strong>l Destino.<br />

Pero <strong>El</strong> Profesor ya no era su <strong>Gabriel</strong>. Éste estaba muerto.<br />

Había <strong>de</strong>saparecido <strong>de</strong>jando tras <strong>de</strong> sí sólo vestigios en el cuerpo <strong>de</strong><br />

un clon torturado y cruel. <strong>Gabriel</strong> había estado a punto <strong>de</strong> romperle el<br />

corazón una vez y Julia no iba a permitir que volviera a hacerlo.<br />

Antes <strong>de</strong> irse <strong>de</strong> Toronto y regresar con Aaron y con ese grupo<br />

perturbado que tenía por familia, Rachel insistió en visitar el<br />

apartamento <strong>de</strong> Julia. Ésta había ido dándole largas y <strong>Gabriel</strong> le había<br />

aconsejado a su hermana que no se presentase sin avisar. Sabía que<br />

en cuanto Rachel viera dón<strong>de</strong> vivía, se encargaría <strong>de</strong> hacer sus<br />

maletas personalmente y la obligaría a mudarse a un sitio más<br />

confortable, a ser posible a la habitación <strong>de</strong> invitados <strong>de</strong> <strong>Gabriel</strong>.<br />

(Sólo cabía imaginar cuál sería la respuesta <strong>de</strong> <strong>Gabriel</strong> a esa<br />

i<strong>de</strong>a, pero sería algo parecido a «¡Ni <strong>de</strong> puta broma!».)<br />

Y así, el domingo por la tar<strong>de</strong>, Rachel llegó a casa <strong>de</strong> Julia para<br />

tomar el té y <strong>de</strong>spedirse <strong>de</strong> ella antes <strong>de</strong> que <strong>Gabriel</strong> la acompañara al<br />

aeropuerto.<br />

Julia estaba nerviosa. Como un sobrio monje medieval, tenía la<br />

virtud <strong>de</strong> la fortaleza, así que no la asustaba la falta <strong>de</strong> comodida<strong>de</strong>s.<br />

Al firmar el contrato no le había parecido que su agujero <strong>de</strong> hobbit<br />

estuviera tan mal. Era un lugar seguro, estaba limpio y se lo podía<br />

permitir. Pero una cosa era lo que ella pensara y otra muy distinta<br />

enseñárselo a su amiga.<br />

—Tengo que advertirte que es muy pequeño. Pero recuerda que<br />

vivo gracias a una beca <strong>de</strong> estudios y que no puedo trabajar para<br />

sacarme algo <strong>de</strong> dinero extra porque no tengo permiso <strong>de</strong> trabajo. Así<br />

que, como compren<strong>de</strong>rás, no puedo permitirme vivir en un edificio<br />

como el <strong>de</strong> <strong>Gabriel</strong> ni nada remotamente parecido —le explicó,<br />

mientras Rachel entraba en el apartamento.<br />

Ésta asintió y <strong>de</strong>jó una gran caja cuadrada encima <strong>de</strong> la cama.<br />

<strong>Gabriel</strong> ya la había avisado <strong>de</strong> lo pequeño que era el sitio. Y le había

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!