05.09.2019 Views

El infierno de Gabriel_1

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Su amiga la miró frunciendo el cejo.<br />

—¿Por qué?<br />

—Porque es mi profesor. Es... más seguro fingir que no nos<br />

conocemos. Hazme caso.<br />

Rachel negó con la cabeza.<br />

—Él me dijo algo parecido. Pero yo le contesté que me daba<br />

igual. Es mi hermano y le quiero. Y hay unas cuantas cosas que<br />

<strong>de</strong>berías saber sobre él.<br />

Julia suspiró y asintió.<br />

—Si supiera que te estoy contando esto, me mataría, pero creo<br />

que te ayudará a enten<strong>de</strong>r su actitud. ¿Te explicó mi madre alguna<br />

vez la historia <strong>de</strong> su adopción?<br />

—Sólo me contaba las cosas buenas: lo orgullosa que estaba <strong>de</strong><br />

él; lo bien que le iban las cosas en Princeton o en Oxford. Nunca me<br />

habló <strong>de</strong> su infancia.<br />

—Mamá lo encontró cuando tenía nueve años, vagando cerca<br />

<strong>de</strong>l hospital <strong>de</strong> Sunbury. Iba <strong>de</strong> viaje con su madre, que estaba<br />

alcoholizada, y ella se puso enferma. La ingresaron en Sunbury, pero<br />

acabó muriendo, <strong>de</strong> pulmonía, creo. Sea como sea, mamá encontró a<br />

<strong>Gabriel</strong>, que no tenía ni un dólar. Ni siquiera podía comprarse una lata<br />

en la máquina <strong>de</strong> refrescos. Cuando localizó a sus parientes por<br />

teléfono, éstos le dijeron que no querían saber nada <strong>de</strong>l niño. <strong>Gabriel</strong><br />

siempre supo que su familia no lo quería. Pero a pesar <strong>de</strong> lo que mis<br />

padres hicieron por él, nunca se sintió a gusto en casa. Nunca se<br />

sintió un Clark.<br />

Julia pensó en ese niño hambriento y asustado y tuvo que<br />

reprimir las lágrimas. Se imaginó sus ojos, gran<strong>de</strong>s y azules, en su<br />

cara angelical. <strong>El</strong> pelo castaño alborotado, la ropa sucia y la madre<br />

loca a causa <strong>de</strong>l alcohol. Julia sabía lo que era tener una madre<br />

alcohólica. Sabía lo que era irse a la cama llorando cada noche,<br />

esperando que alguien, cualquier persona, la amara. <strong>Gabriel</strong> y ella<br />

tenían más cosas en común <strong>de</strong> lo que parecía. Muchas más.<br />

—Lo siento, Rachel. No lo sabía.<br />

—No estoy excusando su mala educación. Sólo te estoy<br />

contando quién es. Tras la horrible pelea con Scott, mamá <strong>de</strong>jó una<br />

vela encendida en la ventana cada noche. Pensó que si <strong>Gabriel</strong><br />

pasaba por allí y no se atrevía a entrar, la vela le diría que ella lo<br />

estaba esperando y que lo seguía queriendo.<br />

Julia negó con la cabeza. No le extrañaba. Era típico <strong>de</strong> Grace.<br />

Era la caridad personificada.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!