05.09.2019 Views

El infierno de Gabriel_1

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

tener narices para venir a darme sermones sobre la educación <strong>de</strong> mi<br />

hija, siendo un cocainómano con antece<strong>de</strong>ntes por violencia. Como<br />

vuelva a verte cerca <strong>de</strong> ella, haré que te arresten.<br />

—¿Que no sé <strong>de</strong> qué estoy hablando? Vamos, Tom, saque la<br />

cabeza <strong>de</strong> <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong>l ala y afronte las cosas. Estoy hablando <strong>de</strong> todos<br />

los hombres que entraban y salían <strong>de</strong> casa <strong>de</strong> su ex mujer en San Luis<br />

y que se la follaban <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> su hijita. ¿Y qué hizo usted al<br />

respecto? La rescató cuando estaba a punto <strong>de</strong> convertirse en una<br />

víctima <strong>de</strong> abusos sexuales y al cabo <strong>de</strong> unos meses la <strong>de</strong>volvió con<br />

su madre. ¿Por qué? ¿No se portaba bien? ¿Le quitaba <strong>de</strong>masiado<br />

tiempo? ¿Tiempo que prefería pasar en el cuartel <strong>de</strong> bomberos?<br />

Tom lo miró con un profundo odio. Tuvo que recurrir a todo su<br />

autocontrol para no liarse a puñetazos con él allí mismo. O, aún peor,<br />

ir a buscar la escopeta que guardaba en la furgoneta y pegarle un tiro.<br />

Pero no iba a hacer ni una cosa ni otra al lado <strong>de</strong> una sala <strong>de</strong> espera<br />

llena <strong>de</strong> gente. En vez <strong>de</strong> eso, maldijo entre dientes y fue a la<br />

ventanilla <strong>de</strong> admisiones para pagar la factura <strong>de</strong>l hospital.<br />

Cuando Julia regresó, andando con la ayuda <strong>de</strong> muletas, Tom ya<br />

se había tranquilizado. Estaba al lado <strong>de</strong> la puerta <strong>de</strong> urgencias. La<br />

culpabilidad lo ahogaba.<br />

<strong>Gabriel</strong> se acercó a ella rápidamente, mirándole el tobillo<br />

vendado con preocupación.<br />

—¿Estás bien? —le preguntó.<br />

—No lo tengo roto. Gracias, <strong>Gabriel</strong>, no sé qué habría hecho si...<br />

—Por fin fue capaz <strong>de</strong> llorar, pero las lágrimas no le permitieron seguir<br />

hablando.<br />

Él le ro<strong>de</strong>ó los hombros con un brazo y le dio un beso en la<br />

frente.<br />

Tom los observó un momento antes <strong>de</strong> acercarse a Richard. Los<br />

dos amigos se dijeron unas palabras y se estrecharon la mano.<br />

—Jules, ¿quieres venir a casa? Richard dice que pue<strong>de</strong>s<br />

quedarte con ellos si lo prefieres —le propuso Tom, moviendo los pies<br />

a un lado y a otro, incómodo.<br />

—No puedo ir a casa —dijo ella y, apartándose <strong>de</strong> <strong>Gabriel</strong>,<br />

abrazó a su padre con un solo brazo.<br />

Con los ojos llenos <strong>de</strong> lágrimas, él se disculpó y se marchó.<br />

Richard <strong>de</strong>seó buenas noches a la pareja y se marchó también,<br />

<strong>de</strong>jándole a Julia privacidad para llorar tranquila.<br />

<strong>Gabriel</strong> se volvió hacia ella inmediatamente.<br />

—Po<strong>de</strong>mos comprar las medicinas <strong>de</strong> camino. Rachel pue<strong>de</strong>

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!