05.09.2019 Views

El infierno de Gabriel_1

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

—Lo dudo.<br />

—No espero que lo entiendas. Tú sólo eres un imán para los<br />

percances, señorita Mitchell, pero yo soy un imán para el pecado.<br />

Esta vez sí se volvió hacia él, que le <strong>de</strong>dicó una mirada<br />

resignada; ella respondió con otra compasiva.<br />

—<strong>El</strong> pecado no se siente atraído por un ser humano en concreto,<br />

profesor. Es más bien al revés.<br />

—No según mi experiencia. A mí el pecado me encuentra<br />

siempre, aunque no lo busque. Eso sí, reconozco que no se me da<br />

bien resistirme a la tentación. —La miró brevemente a los ojos antes<br />

<strong>de</strong> volver a fijarse en la conducción—. Tu amistad con Rachel explica<br />

por qué enviaste gar<strong>de</strong>nias. Y cómo firmaste la tarjeta como lo hiciste.<br />

—Siento lo <strong>de</strong> Grace. Yo también la quería.<br />

<strong>Gabriel</strong> la miró <strong>de</strong> nuevo. En los ojos <strong>de</strong> Julia, gran<strong>de</strong>s y<br />

amables, vio indicios <strong>de</strong> tristeza y <strong>de</strong> una pérdida irreparable.<br />

—Sí, ahora me doy cuenta.<br />

—¿Tienes radio por satélite? —preguntó ella, cuando él<br />

encendió el aparato y apretó uno <strong>de</strong> los botones <strong>de</strong> presintonización.<br />

—Sí, suelo escuchar alguna emisora <strong>de</strong> las que ponen jazz, pero<br />

<strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> mi estado <strong>de</strong> ánimo.<br />

Julia alargó la mano hacia la radio, pero la retiró sin atreverse a<br />

tocarla.<br />

<strong>Gabriel</strong> sonrió al darse cuenta. Recordó cómo había ronroneado<br />

cuando le dio permiso para sentarse en su butaca favorita. Quería<br />

volver a oírla <strong>de</strong> nuevo.<br />

—A<strong>de</strong>lante. <strong>El</strong>ige lo que quieras.<br />

Julia fue tocando botones, sonriendo al comprobar qué emisoras<br />

había presintonizado él. No le extrañó encontrar la CBS francesa ni las<br />

noticias <strong>de</strong> la BBC, pero sí la sorprendió una llamada Nine Inch Nails.<br />

—¿Hay una emisora que sólo emite sus canciones? —preguntó<br />

ella, incrédula.<br />

—Sí —respondió <strong>Gabriel</strong>, revolviéndose inquieto en el asiento,<br />

como si hubiera <strong>de</strong>scubierto un secreto embarazoso.<br />

—¿Y te gustan?<br />

—Según <strong>de</strong> qué humor estoy.<br />

Julia apretó el botón <strong>de</strong> una <strong>de</strong> las emisoras <strong>de</strong> jazz.<br />

<strong>Gabriel</strong> presintió más que vio su visceral rechazo. No lo<br />

entendió, pero pensó que sería mejor no insistir en ello.<br />

Julia odiaba a los Nine Inch Nails. Si empezaban a sonar en la<br />

radio, cambiaba <strong>de</strong> emisora. Si en algún sitio ponían una canción

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!