05.09.2019 Views

El infierno de Gabriel_1

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

la vista.<br />

—Ojalá no las tuviera —susurró ella—. Ojalá mi piel fuera<br />

perfecta.<br />

<strong>Gabriel</strong> negó con la cabeza con tristeza.<br />

—¿Te gusta Caravaggio?<br />

—Mucho. De sus cuadros, <strong>El</strong> sacrificio <strong>de</strong> Isaac es mi favorito.<br />

Él asintió.<br />

—Yo prefiero La incredulidad <strong>de</strong> santo Tomás. Richard tiene una<br />

copia en su <strong>de</strong>spacho. Esta misma tar<strong>de</strong> la he estado mirando.<br />

—Siempre me ha parecido un cuadro... extraño.<br />

—Es extraño. Jesús se aparece a los apóstoles tras la<br />

resurrección y Tomás le mete el <strong>de</strong>do en la llaga <strong>de</strong>l costado. Es un<br />

cuadro profundo.<br />

Julia no le veía la profundidad por ningún lado, por lo que guardó<br />

silencio.<br />

— Julianne, si quieres esperar a que la cicatriz <strong>de</strong>saparezca,<br />

esperarás en vano. Las cicatrices no <strong>de</strong>saparecen nunca. <strong>El</strong> cuadro <strong>de</strong><br />

Caravaggio lo muestra claramente. Las heridas cicatrizan y <strong>de</strong>jamos<br />

<strong>de</strong> pensar en ellas, pero su huella es permanente. Ni siquiera las<br />

cicatrices <strong>de</strong> Cristo <strong>de</strong>saparecieron.<br />

Se frotó la barbilla, pensativo. Al cabo <strong>de</strong> un momento, continuó:<br />

—Si no hubiera sido tan egoísta, me habría dado cuenta. Y<br />

habría tratado a Grace y a los <strong>de</strong>más con más cuidado. Te habría<br />

tratado a ti con más cuidado en setiembre y octubre. —Carraspeó—.<br />

Espero que me perdones las cicatrices que te he <strong>de</strong>jado. Sé que son<br />

numerosas.<br />

<strong>El</strong>la se sentó en su regazo y lo besó apasionadamente.<br />

—Te perdoné hace tiempo. Te lo perdoné todo. No volvamos a<br />

hablar <strong>de</strong> esto.<br />

Los dos casi amantes compartieron unos instantes <strong>de</strong> silencio<br />

antes <strong>de</strong> que <strong>Gabriel</strong> le preguntara cómo había ido la cena con su<br />

padre.<br />

—Se ha echado a llorar —respondió Julia, removiéndose<br />

incómoda.<br />

<strong>Gabriel</strong> levantó las cejas.<br />

«¿Tom Mitchell llorando? Resulta difícil <strong>de</strong> creer.»<br />

—Me ha explicado cómo encontró la casa. Cuando le he contado<br />

lo que pasó antes <strong>de</strong> que tú llegases, se ha echado a llorar. Le he<br />

dicho algunas <strong>de</strong> las cosas que Simon solía <strong>de</strong>cirme cuando<br />

discutíamos y los dos hemos llorado en medio <strong>de</strong>l restaurante. —Julia

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!