05.09.2019 Views

El infierno de Gabriel_1

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>de</strong> incendios <strong>de</strong> manera ilegal. Resultaba una i<strong>de</strong>a tentadora.<br />

Paul se percató <strong>de</strong> lo que estaba pensando y negó con la<br />

cabeza. Tras murmurar algunos insultos dirigidos a <strong>El</strong> Profesor, sonrió.<br />

—¿Te gustaría tomar un café conmigo algún día?<br />

Julia lo miró sorprendida. Estaba <strong>de</strong>masiado nerviosa por la<br />

reunión para pensar en nada más, así que asintió.<br />

<strong>El</strong> joven siguió sonriendo y se inclinó hacia ella.<br />

—Sería mucho más fácil si tuviera tu número <strong>de</strong> teléfono.<br />

Ruborizándose, Julia buscó un trozo <strong>de</strong> papel, se aseguró <strong>de</strong><br />

que no hubiera nada escrito por el otro lado, y anotó el número <strong>de</strong> su<br />

móvil.<br />

Paul cogió la nota y, tras echarle un vistazo, le palmeó el<br />

hombro.<br />

—Machácalo, Conejito.<br />

<strong>El</strong>la no tuvo tiempo <strong>de</strong> preguntarle por qué creía que su apodo<br />

era o <strong>de</strong>bería ser «Conejito», ya que una voz atractiva pero impaciente<br />

dijo:<br />

—Ahora, señorita Mitchell.<br />

Julia se <strong>de</strong>tuvo en la puerta, insegura.<br />

<strong>El</strong> profesor Emerson parecía cansado. Tenía ojeras oscuras y<br />

estaba muy pálido, lo que hacía que pareciera más <strong>de</strong>lgado. Mientras<br />

revisaba un documento, se pasó lentamente la lengua por el labio<br />

inferior.<br />

<strong>El</strong>la se lo quedó mirando, hipnotizada por su boca sensual. Tras<br />

un momento, logró apartar la vista haciendo un gran esfuerzo y se fijó<br />

entonces en que llevaba gafas. Nunca antes lo había visto llevarlas.<br />

Tal vez sólo se las pusiera cuando se notaba la vista cansada. <strong>El</strong> caso<br />

es que ese día sus penetrantes ojos quedaban medio ocultos tras un<br />

par <strong>de</strong> gafas <strong>de</strong> Prada. La montura negra contrastaba con el castaño<br />

<strong>de</strong> su pelo y el azul <strong>de</strong> sus ojos, atrayendo las miradas. Julia se dio<br />

cuenta <strong>de</strong> que no sólo no había visto nunca a un profesor tan atractivo,<br />

sino que tampoco se había encontrado con uno tan elegante. Podría<br />

haber sido el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> una campaña publicitaria <strong>de</strong> cualquier marca<br />

cara, algo que no muchos profesores universitarios podían <strong>de</strong>cir. (Ya<br />

que éstos no suelen ser admirados precisamente por su buen gusto a<br />

la hora <strong>de</strong> vestir.)<br />

Julia lo conocía lo suficiente como para saber que tenía un<br />

temperamento impre<strong>de</strong>cible. Y también que, al menos en los últimos<br />

tiempos, se había vuelto un maniático <strong>de</strong> los buenos modales y el<br />

<strong>de</strong>coro. Sabía que probablemente no le parecería mal que se sentara

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!