05.09.2019 Views

El infierno de Gabriel_1

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

<strong>de</strong>sconoces.<br />

—No eres el único pecador que hay en este cuarto, <strong>Gabriel</strong><br />

—replicó ella, abriendo los ojos y respirando hondo— y por eso no<br />

puedo echarte en cara tus pecados <strong>de</strong>l pasado. ¿Aún la <strong>de</strong>seas?<br />

—¡Por supuesto que no! —exclamó él, indignado—. No tuvimos<br />

una relación, Julianne, sólo un par <strong>de</strong> encuentros. Fue hace más <strong>de</strong> un<br />

año y no habíamos vuelto a vernos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces. —Suspiró—. Si<br />

insistes, te contaré los <strong>de</strong>talles, pero no aquí ni ahora. ¿Pue<strong>de</strong>s<br />

esperar a que acabe la cena al menos, por favor?<br />

<strong>El</strong>la se mordió el labio inferior, pensativa.<br />

<strong>Gabriel</strong> le cubrió la boca con la suya y, besándola, le liberó el<br />

labio.<br />

—Por favor, no te lastimes. Me duele.<br />

—Yo podría <strong>de</strong>cir lo mismo.<br />

A él se le hundieron los hombros y gruñó un poco.<br />

—Te doy <strong>de</strong> tiempo hasta <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la cena, pero sólo si me<br />

prometes que no <strong>de</strong>jarás que ella vuelva a ponerte la mano encima.<br />

—Encantado.<br />

Julia soltó el aire con fuerza.<br />

—Gracias.<br />

—¿Te quedarás?<br />

—No, no puedo estar sentada frente a esa mujer, comiendo<br />

paella tranquilamente. Me revuelve el estómago.<br />

—Te llevaré a casa.<br />

—Eres el invitado <strong>de</strong> honor. No pue<strong>de</strong>s irte.<br />

<strong>Gabriel</strong> se pasó las manos por el pelo.<br />

—Al menos <strong>de</strong>ja que te pida un taxi. Trataré <strong>de</strong> escaparme lo<br />

antes posible. <strong>El</strong> conserje te abrirá la puerta.<br />

Metiendo la mano en el bolsillo, sacó un fajo <strong>de</strong> billetes sujeto<br />

por un lujoso clip metálico.<br />

<strong>El</strong>la negó con la cabeza.<br />

—Ya tengo dinero.<br />

—Coge al menos mi tarjeta <strong>de</strong> crédito y pi<strong>de</strong> comida a domicilio.<br />

No has cenado.<br />

—Ahora no podría comer aunque quisiera.<br />

<strong>Gabriel</strong> suspiró y se frotó los ojos.<br />

Julia se dispuso a marcharse, pero él la <strong>de</strong>tuvo, sujetándola por<br />

el codo.<br />

—Espera —le rogó—. Cuando te he visto entrar en la sala <strong>de</strong><br />

conferencias, el corazón me ha dado un brinco. Literalmente. Julianne,

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!