05.09.2019 Views

El infierno de Gabriel_1

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Él frunció el cejo ante su reacción, completamente<br />

<strong>de</strong>sproporcionada a su pregunta. No la había interrogado sobre su<br />

talla <strong>de</strong> sujetador. No pudo evitar que los ojos se le dirigieran a sus<br />

pechos antes <strong>de</strong> volver a mirarla a la cara. Se ruborizó cuando una<br />

talla y una letra aparecieron milagrosamente en su mente.<br />

—Ejem... me interesaba mucho la literatura italiana. Dante y<br />

Beatriz especialmente —respondió ella, doblando y volviendo a doblar<br />

la servilleta que tenía en el regazo. Unos cuantos rizos cayeron sobre<br />

su rostro ovalado con el movimiento.<br />

Él se acordó entonces <strong>de</strong>l cuadro que tenía en su apartamento y<br />

<strong>de</strong> su extraordinario parecido con Beatriz. Una vez más, su mente le<br />

envió señales <strong>de</strong> aviso y, una vez más, las ignoró.<br />

—Son unos intereses notables para una jovencita —señaló,<br />

contemplándola y admirando su belleza.<br />

—Tuve un... amigo que me inició en el tema —replicó Julia,<br />

como si el recuerdo le resultara doloroso.<br />

Al darse cuenta <strong>de</strong> que se estaba a<strong>de</strong>ntrando en un terreno<br />

peligrosamente personal, él retrocedió y cambió <strong>de</strong> tema.<br />

—Ha impresionado a Antonio. Está encantado con usted.<br />

<strong>El</strong>la lo miró y sonrió.<br />

—Es un hombre muy amable.<br />

—Y usted florece con la amabilidad, ¿no es cierto? Como una<br />

rosa.<br />

Las palabras salieron <strong>de</strong> sus labios antes <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r reflexionar<br />

sobre lo que estaba diciendo. Una vez dichas, con Julia mirándolo con<br />

una cali<strong>de</strong>z alarmante, ya no pudo retirarlas.<br />

Había llegado <strong>de</strong>masiado lejos. Se encerró en sí mismo y<br />

empezó a mirar con atención la copa <strong>de</strong> vino para no mirarla a ella, y<br />

sus modales se volvieron fríos y distantes. Julia se dio cuenta <strong>de</strong>l<br />

cambio. Lo aceptó y no hizo ningún intento por retomar la<br />

conversación anterior.<br />

A lo largo <strong>de</strong> la cena, un Antonio claramente cautivado pasó más<br />

tiempo <strong>de</strong>l necesario charlando en italiano con la hermosa Julianne,<br />

invitándola a cenar con su familia en el club italo-canadiense el<br />

domingo siguiente. <strong>El</strong>la aceptó encantada y fue recompensada con<br />

tiramisú, espresso, biscotti, grappa y, para acabar, un bombón Baci. A<br />

Emerson no le ofrecieron ninguna <strong>de</strong> esas <strong>de</strong>licias, por lo que<br />

permaneció malhumorado, viéndola disfrutar.<br />

Al final <strong>de</strong> la cena, Antonio le puso a Julia lo que parecía un gran<br />

cesto <strong>de</strong> comida en las manos, sin querer escuchar las protestas <strong>de</strong> la

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!