05.09.2019 Views

El infierno de Gabriel_1

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

cambiarme.<br />

Él sonrió con indulgencia.<br />

—Si quieres, puedo llevarte. O <strong>de</strong>jarte el Range Rover. Pero<br />

antes, creo que <strong>de</strong>berías echarle un vistazo a las bolsas que he<br />

<strong>de</strong>jado en la habitación. Igual te ahorras el viaje.<br />

—¿Qué hay?<br />

<strong>Gabriel</strong> hizo un gesto vago con las manos.<br />

—Cosas que alguien pue<strong>de</strong> necesitar si se queda a dormir en<br />

casa <strong>de</strong> un amigo.<br />

—¿Y <strong>de</strong> dón<strong>de</strong> han salido?<br />

—De la tienda don<strong>de</strong> Rachel te compró el maletín.<br />

—Es <strong>de</strong>cir, que todo será carísimo —protestó ella, frunciendo el<br />

cejo y cruzándose <strong>de</strong> brazos.<br />

—Eres mi invitada. Las reglas <strong>de</strong> la hospitalidad me obligan a<br />

satisfacer todas tus necesida<strong>de</strong>s —replicó él, con la voz ronca, antes<br />

<strong>de</strong> pasarse la punta <strong>de</strong> la lengua por el labio inferior.<br />

Haciendo un gran esfuerzo, Julia apartó la vista <strong>de</strong> su boca.<br />

—Me parece... mal que me compres ropa.<br />

—¿De qué estás hablando? —<strong>Gabriel</strong> parecía molesto.<br />

—Como si fuera una...<br />

—¡Para! —La soltó y le dirigió una mirada sombría.<br />

<strong>El</strong>la se la <strong>de</strong>volvió, preparándose para el chaparrón que sabía<br />

que se avecinaba.<br />

—Julianne, ¿<strong>de</strong> dón<strong>de</strong> viene tu aversión a la generosidad?<br />

—No tengo aversión a la generosidad.<br />

—Sí la tienes. ¿Acaso crees que quiero sobornarte para que te<br />

acuestes conmigo?<br />

—Por supuesto que no —respondió ella, ruborizándose.<br />

—¿Crees que te compro cosas porque espero favores sexuales<br />

a cambio?<br />

—No.<br />

—Entonces, ¿cuál es el problema?<br />

—No quiero <strong>de</strong>berte nada.<br />

—¿Deberme? Ah, ya lo entiendo. Soy un prestamista medieval<br />

que cobra intereses exagerados y que, cuando no puedas <strong>de</strong>volverle<br />

el dinero, se lo cobrará en carne.<br />

—No, claro que no —susurró Julia.<br />

—¿Entonces?<br />

—Es que quiero valerme por mí misma. Tú eres un profesor, yo<br />

soy una alumna y...

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!