05.09.2019 Views

El infierno de Gabriel_1

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

ogó, riendo antes <strong>de</strong> que empezara.<br />

Ignorando su ruego, <strong>Gabriel</strong> se las hizo <strong>de</strong>licadamente hasta que<br />

estuvo riendo a carcajadas. Le encantaba oírla reír. Y a ella le<br />

encantaban los escasos momentos en que él se ponía juguetón.<br />

Cuando recuperó el aliento, Julia se disculpó:<br />

—Siento haber herido tus sentimientos hace un rato. Sé que no<br />

es excusa, pero ayer fue un día muy duro y, a<strong>de</strong>más..., estoy<br />

hormonal.<br />

«¿Hormonal? —repitió <strong>Gabriel</strong> mentalmente—. ¡Oh!»<br />

—¿Te sientes mal? —le preguntó preocupado.<br />

—Estoy bien, pero los días anteriores me altero un poco. Aunque<br />

dudo que quieras que entre en <strong>de</strong>talles.<br />

—Si hace que te encuentres mal o que estés disgustada, claro<br />

que quiero saber los <strong>de</strong>talles. Me importas y me preocupo por ti.<br />

—Te aconsejo que marques la fecha en el calendario para que<br />

sepas cuándo te conviene mantenerte a distancia. Bueno, siempre y<br />

cuando las cosas entre nosotros...<br />

—No pienso hacer tal cosa —la interrumpió él bruscamente—.<br />

Te quiero completa. Lo quiero todo <strong>de</strong> ti, no sólo lo bueno. Y por<br />

supuesto que las cosas entre nosotros van a continuar.<br />

«Espero.»<br />

La confesión <strong>de</strong> Julia lo enfrentó a una situación curiosa. No se<br />

había olvidado <strong>de</strong> las clases <strong>de</strong> biología básica, pero dado su estilo <strong>de</strong><br />

vida, hacía tiempo que esas cosas no formaban parte <strong>de</strong> su<br />

cotidianidad. Las mujeres «hormonales» o las mujeres que tenían la<br />

regla no solían ir a Lobby en busca <strong>de</strong> sexo.<br />

Y muy raramente <strong>Gabriel</strong> se acostaba con la misma mujer más<br />

<strong>de</strong> una vez. Y en esas escasas ocasiones no había salido el tema en<br />

la conversación. Pero no tenía ningún inconveniente en hablar <strong>de</strong> ello<br />

con Julianne. Quería reconocer sus estados <strong>de</strong> ánimo, saber cuándo<br />

estaba <strong>de</strong> mal humor o con ganas <strong>de</strong> llorar. La i<strong>de</strong>a lo sorprendió, pero<br />

no <strong>de</strong> un modo <strong>de</strong>sagradable.<br />

—Dejaré que acabes <strong>de</strong> vestirte. Hay algo más que <strong>de</strong>beríamos<br />

comentar.<br />

La miró con tanta solemnidad que Julia no pudo evitar<br />

preocuparse.<br />

—Volví a hablar con mi abogado.<br />

—¿Y?<br />

—Me dijo que me mantuviera alejado <strong>de</strong> ti. Me confirmó que la<br />

universidad tiene una política muy estricta <strong>de</strong> no confraternización, que

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!