05.09.2019 Views

El infierno de Gabriel_1

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

—Déjame marchar o llamaré a la policía.<br />

—Si llamas a la policía, les diré que has entrado sin mi permiso.<br />

—Si les dices eso, les diré que me has retenido contra mi<br />

voluntad y que me has hecho daño. —Otra vez estaba hablando sin<br />

pensar lo que <strong>de</strong>cía y eso no era muy inteligente. A<strong>de</strong>más, acababa<br />

<strong>de</strong> amenazarlo con una mentira. Porque todo lo que había pasado<br />

entre ellos había sido consentido, aparte <strong>de</strong> casto y muy dulce. Y<br />

ahora <strong>Gabriel</strong> lo había estropeado todo. Pero no lo sabía.<br />

—Por favor, Julianne. Dime que no... —Sus ojos se cerraron con<br />

una mueca <strong>de</strong> dolor—. Dime que no fui brusco contigo. —La i<strong>de</strong>a <strong>de</strong><br />

haberle hecho daño casi le provocó náuseas. Llevándose una mano a<br />

las gafas, preguntó—: ¿Te hice mucho daño?<br />

Durante un instante, Julia se planteó la posibilidad <strong>de</strong> mantenerlo<br />

colgando <strong>de</strong>l anzuelo, pero no fue más que un instante. Cerró los ojos<br />

y gruñó antes <strong>de</strong> respon<strong>de</strong>r:<br />

—No me hiciste daño. Físicamente no, al menos. Sólo querías<br />

que alguien te metiera en la cama y te hiciera compañía. Me rogaste<br />

que me quedara, pero como amiga. Fuiste mucho más caballeroso<br />

anoche <strong>de</strong> lo que lo has sido esta mañana. Creo que me gustas más<br />

cuando estás borracho.<br />

—No digas eso, Julianne. Y sigo borracho. —<strong>Gabriel</strong> negó con la<br />

cabeza y suspiró—. Al menos, me alegro <strong>de</strong> no haber sido el primero.<br />

<strong>El</strong>la inspiró hondo y una expresión <strong>de</strong> pesar le cruzó el rostro.<br />

—Pero... tu ropa... —Le miró el pecho y vio que los pezones se<br />

le marcaban <strong>de</strong> un modo muy atractivo <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> la camiseta. Trató<br />

<strong>de</strong> apartar la vista, pero fracasó.<br />

—¿Me estás tomando el pelo? —preguntó ella, molesta—. ¿De<br />

verdad no te acuerdas?<br />

—Tengo lagunas. Me pasa a veces cuando bebo.<br />

Julia perdió la paciencia.<br />

—Me vomitaste encima. Por eso me cambié <strong>de</strong> ropa. Por<br />

ninguna otra razón, te lo aseguro.<br />

<strong>Gabriel</strong> la miró, aliviado y avergonzado al mismo tiempo.<br />

—Lo siento —se disculpó—. Y siento mucho haberte insultado.<br />

No pensaba lo que <strong>de</strong>cía, no pienso eso en absoluto. Me ha<br />

sorprendido encontrarte aquí, vestida así. He creído que nosotros...<br />

—Dejó la frase en el aire, haciendo un gesto vago con la mano.<br />

—Bobadas.<br />

<strong>Gabriel</strong> le dirigió una mirada <strong>de</strong> advertencia.<br />

—Si alguien <strong>de</strong>l entorno <strong>de</strong> la universidad <strong>de</strong>scubre que has

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!