05.09.2019 Views

El infierno de Gabriel_1

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

También se <strong>de</strong>dicó a recordar el pasado. Se había enamorado<br />

<strong>de</strong> <strong>Gabriel</strong> a los diecisiete años. Tal vez podía explicarse por la intensa<br />

conexión que había existido entre ellos, o por cómo él la había mirado,<br />

o por los sentimientos que le había <strong>de</strong>spertado mientras estuvo entre<br />

sus brazos. Cualquiera que fuera la base <strong>de</strong> ese sentimiento, el caso<br />

era que se había enamorado <strong>de</strong> él perdidamente. Cuando <strong>Gabriel</strong><br />

<strong>de</strong>sapareció, trató <strong>de</strong> borrar sus sentimientos. Al ver que no lo<br />

conseguía, trató <strong>de</strong> ahogarlos enamorándose <strong>de</strong> otra persona.<br />

Pero acurrucada entre sus brazos la noche anterior, había<br />

sentido unas emociones tan intensas que las <strong>de</strong>fensas que había<br />

construido tan cuidadosamente alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> su corazón se habían<br />

<strong>de</strong>rrumbado como un castillo <strong>de</strong> arena abatido por la fuerza <strong>de</strong>l<br />

océano. <strong>El</strong> amor que sentía por <strong>Gabriel</strong> seguía allí, como una llamita<br />

que ningún océano podía apagar.<br />

Tal vez en ese momento no tenía elección porque ya la había<br />

hecho en el pasado. Había elegido cuando él le tendió la mano y ella<br />

se la cogió sin dudarlo un instante. En cuanto <strong>Gabriel</strong> la había tocado,<br />

Julia supo que era suya. Después, él había vivido siempre entre las<br />

sombras, como un fantasma que se negaba a <strong>de</strong>saparecer por<br />

completo. Y ahora ese fantasma había <strong>de</strong>cidido que quería<br />

recuperarla.<br />

Aunque Julia creía que él nunca sería capaz <strong>de</strong> amarla.<br />

A la mañana siguiente, Julia comprobó los mensajes en el móvil<br />

y se sorprendió al encontrar uno <strong>de</strong> <strong>Gabriel</strong>. La había llamado cuando<br />

ya estaba dormida.<br />

«Julianne, me prometiste que respon<strong>de</strong>rías al teléfono. [Suspiro.]<br />

Supongo que estás bien; que estarás en el baño o algo. Llámame<br />

cuando recibas el mensaje.<br />

»Siento no haber podido llevarte a cenar esta noche, pero me<br />

gustaría cenar contigo mañana. ¿Podríamos al menos hablarlo?<br />

[Pausa.] Llámame, principessa. Por favor.»<br />

Lo primero que hizo ella fue guardar su número, aunque en vez<br />

<strong>de</strong> su nombre, escribió Dante Alighieri. Luego lo llamó, pero le salió el<br />

buzón <strong>de</strong> voz.<br />

«Hola, soy yo. Siento no haber respondido al teléfono anoche.<br />

Me quedé dormida. Claro que me gustaría verte, pero creo que ir a<br />

cenar fuera es muy arriesgado. Quiero conocerte mejor, <strong>Gabriel</strong>, y<br />

espero que encontremos una manera segura <strong>de</strong> hacerlo. Siento<br />

haberme perdido tu llamada. Hablamos luego.»

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!