05.09.2019 Views

El infierno de Gabriel_1

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

hiciera daño?<br />

Él la abrazó con fuerza.<br />

—Julianne, por favor, no hablemos <strong>de</strong> eso. Por favor, olvida lo<br />

que te ha dicho Paul. Olvídate <strong>de</strong> esa mujer.<br />

—No puedo. Y tampoco puedo olvidar lo que has dicho en tu<br />

conferencia esta tar<strong>de</strong>. Tu <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong>l amor ha sido preciosa, pero<br />

no es eso lo que tú <strong>de</strong>seas. Tal vez no creas posible que dos amantes<br />

puedan quererse así.<br />

<strong>Gabriel</strong> la miró fijamente.<br />

—Por supuesto que es lo que quiero. Y por supuesto que creo<br />

que es posible. Es sólo que todavía no lo he experimentado.<br />

—Carraspeó—. No eres la única virgen en esta relación.<br />

Julia lo miró sorprendida.<br />

—Entonces, ¿por qué querías que alguien te hiciera daño? ¿No<br />

habías sufrido bastante en la vida?<br />

Él la miró apenado.<br />

—<strong>Gabriel</strong>, tu vida está llena <strong>de</strong> habitaciones secretas, cerradas<br />

con llave. Nunca sé lo que hay acechando <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> esas puertas. No<br />

me cuentas nada. ¡Tengo que enterarme <strong>de</strong> que has tenido una<br />

relación con una mujer a través <strong>de</strong> tu ayudante!<br />

—No tuvimos una relación. Y cuando te pregunté a ti por Simon,<br />

tampoco quisiste contarme nada, así que estamos en paz.<br />

Julia hizo una mueca.<br />

—Pero te hablé <strong>de</strong> mi madre.<br />

Él suspiró.<br />

—Sí, lo hiciste. Enterarme <strong>de</strong> lo que te pasó en San Luis me<br />

dolió más <strong>de</strong> lo que puedas imaginar. Mucho más que Ann y sus<br />

jueguecitos <strong>de</strong> salón. —Negó con la cabeza—. Tienes razón. Debí<br />

hablarte <strong>de</strong> ella.<br />

Cambió el peso <strong>de</strong> pie varias veces y se metió las manos en los<br />

bolsillos.<br />

—Pensé que si te lo contaba te sentirías tan asqueada que<br />

huirías <strong>de</strong> mí. Que te darías cuenta <strong>de</strong> que soy un <strong>de</strong>monio.<br />

—No eres un <strong>de</strong>monio —susurró Julia—. Eres un ángel caído<br />

que aún tiene bondad en su interior. Un ángel caído que aspira a<br />

hacerle el amor a una mujer y tratarla con ternura. —Cerró los ojos—.<br />

Haberme enterado <strong>de</strong> la existencia <strong>de</strong> la profesora Singer por tu boca<br />

habría sido muy preferible a esto. He tenido que aguantar que ella me<br />

lo restregara por la cara y tú ni siquiera me mirabas.<br />

—La vergüenza es una pesada carga, Julianne, y es algo que tú

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!