05.09.2019 Views

El infierno de Gabriel_1

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

—Necesito tu ayuda. Está con una chica a la que no le conviene<br />

llevarse a casa, porque es una <strong>de</strong> sus alumnas. Necesito separarlo <strong>de</strong><br />

ella antes <strong>de</strong> meterlo en el taxi.<br />

—Yo no puedo meterme en eso —contestó Ethan encogiéndose<br />

<strong>de</strong> hombros—. Es asunto suyo.<br />

—¿Y si el camarero le tira una copa encima y la envía al cuarto<br />

<strong>de</strong> baño? Entonces yo podría convencer a <strong>Gabriel</strong> para que salga <strong>de</strong>l<br />

local.<br />

—¿Crees que podrás hacerlo?<br />

Julia parpa<strong>de</strong>ó unos instantes.<br />

—No lo sé, pero seguro que me será más fácil si logramos<br />

separarlos. No creo que él sea capaz <strong>de</strong> formar pensamientos<br />

coherentes con esas tetas <strong>de</strong> plástico en la cara.<br />

«Oh, dioses <strong>de</strong> las estudiantes <strong>de</strong> tesis que se están esforzando<br />

mucho por proteger a un amigo, ayudadme a mantener apartada a esa<br />

puta <strong>de</strong> su polla. Por favor.»<br />

Ethan se echó a reír.<br />

—Parece una película <strong>de</strong> intriga. De acuerdo, seguro que el<br />

camarero nos ayuda. Tiene sentido <strong>de</strong>l humor. Si Emerson se pone<br />

difícil, dile que me llame. ¿De acuerdo?<br />

—De acuerdo.<br />

Ethan hizo una llamada y momentos <strong>de</strong>spués le indicó a Julia<br />

que ya podía acercarse a <strong>Gabriel</strong>. Respirando hondo, ella en<strong>de</strong>rezó la<br />

espalda y volvió junto a él. Algo le había hecho mucha gracia, porque<br />

estaba riéndose a carcajadas, con la cabeza echada hacia atrás y<br />

sujetándose el estómago con las manos.<br />

Julia tuvo que admitir que todavía estaba más guapo cuando se<br />

reía. Llevaba una elegante camisa <strong>de</strong> un tono ver<strong>de</strong> pálido, con los<br />

dos botones superiores <strong>de</strong>sabrochados, lo que <strong>de</strong>jaba a la vista un<br />

poco <strong>de</strong> vello, que asomaba como briznas <strong>de</strong> hierba bajo el manto<br />

blanco inmaculado <strong>de</strong> su camiseta. Por suerte, había abandonado la<br />

moda <strong>de</strong> los años cincuenta y se había quitado la pajarita. Llevaba una<br />

corbata <strong>de</strong> seda negra con rayas también negras, que le colgaba <strong>de</strong>l<br />

cuello suelta; unos pantalones <strong>de</strong> vestir negros, bastante ajustados, y<br />

unos zapatos asimismo negros brillantes y acabados en punta.<br />

En resumen, <strong>El</strong> Profesor estaba bebido, pero iba impecable.<br />

—¿Profesor?<br />

Él <strong>de</strong>jó <strong>de</strong> reír en seco y se volvió hacia Julia. Al verla, le <strong>de</strong>dicó<br />

una amplia sonrisa. Parecía contento <strong>de</strong> verla. Demasiado contento.<br />

—Señorita Mitchell, ¿a qué <strong>de</strong>bo este inesperado placer? —Le

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!