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El infierno de Gabriel_1

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29<br />

Cuando Julia se <strong>de</strong>spertó a la mañana siguiente, <strong>Gabriel</strong> estaba<br />

sentado en el bor<strong>de</strong> <strong>de</strong> la cama, completamente vestido,<br />

contemplándola.<br />

—Buenos días —lo saludó, sonriendo.<br />

Él se inclinó y le dio un cariñoso abrazo.<br />

—Llevo un rato levantado, pero he subido hace poco para<br />

asegurarme <strong>de</strong> que estabas bien. Es muy relajante verte dormir.<br />

Tras darle un beso muy dulce, se acercó al armario por un<br />

jersey.<br />

Julia rodó hasta quedar boca abajo en la cama y lo observó con<br />

<strong>de</strong>scaro, admirando cómo la camisa se le ajustaba a los hombros a la<br />

perfección. Des<strong>de</strong> don<strong>de</strong> estaba, también podía disfrutar <strong>de</strong>l<br />

espectáculo <strong>de</strong> su trasero, bien <strong>de</strong>finido gracias a los vaqueros negros<br />

que llevaba.<br />

«Eso sí que es un buen culo», pensó.<br />

—¿Qué has dicho? —preguntó <strong>Gabriel</strong>, mirando por encima <strong>de</strong>l<br />

hombro.<br />

—No he dicho nada.<br />

Él torció los labios, como si se estuviera aguantando la risa.<br />

—¿Ah, no?<br />

Al regresar a su lado, se inclinó y le susurró al oído:<br />

—No sabía que tuvieses <strong>de</strong>bilidad por los culos.<br />

—¡<strong>Gabriel</strong>!<br />

Algo avergonzada por haber sido <strong>de</strong>scubierta, le dio una<br />

palmada en el brazo y ambos se echaron a reír.<br />

Agarrándola por la cintura, él la sentó en su regazo.<br />

—En cualquier caso, quiero que que<strong>de</strong> claro que mi culo se<br />

siente muy halagado.<br />

—¿Ah, sí? —Julia arqueó una ceja.<br />

—Inmensamente. Quiere que te haga llegar sus respetos y que<br />

te diga que espera conocerte <strong>de</strong> un modo más... íntimo y personal<br />

cuando estemos en Florencia.<br />

Negando con la cabeza, Julia se inclinó hacia él en busca <strong>de</strong> un<br />

beso. Fue recompensada con uno breve pero muy tierno, antes <strong>de</strong> que<br />

se apartara y le dijera muy serio:<br />

—Tenemos que hablar <strong>de</strong> un par <strong>de</strong> cosas.

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