05.09.2019 Views

El infierno de Gabriel_1

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

que cuando haya terminado, te per<strong>de</strong>ré.<br />

—<strong>Gabriel</strong>, por favor, yo...<br />

—Déjame hablar —la interrumpió él, pasándose la mano por el<br />

pelo—, antes <strong>de</strong> que pierda el valor.<br />

Cerrando los ojos, volvió a tomar aire. Cuando los abrió, su<br />

mirada era la <strong>de</strong> un dragón herido.<br />

—Estás viendo a un asesino.<br />

Julia oyó las palabras, pero le costó procesarlas. Pensó que lo<br />

había entendido mal.<br />

—Y no un asesino cualquiera. Acabé con la vida <strong>de</strong> un ser<br />

inocente. Si pue<strong>de</strong>s soportar estar en la misma habitación que yo<br />

durante unos minutos, te contaré cómo pasó. —Como ella no se<br />

movió, siguió hablando—: Como sabes, fui a hacer el doctorado a<br />

Oxford, al Magdalen College. Lo que no sabes es que allí conocí a una<br />

chica americana llamada Paulina.<br />

Julia inspiró bruscamente y <strong>Gabriel</strong> hizo una pausa. Cada vez<br />

que ella había tratado <strong>de</strong> sacar el tema, él le había dado largas,<br />

diciéndole que no suponía una amenaza para ellos, aunque Julia no<br />

se lo había creído. Por supuesto que era una amenaza. Paulina se lo<br />

había arrebatado en medio <strong>de</strong> una cena en octubre. Y, antes <strong>de</strong> salir<br />

corriendo, <strong>Gabriel</strong>, ojeroso y <strong>de</strong>macrado, había citado a lady Macbeth.<br />

Julia sintió un escalofrío.<br />

—Paulina todavía no había acabado la carrera. Era rubia, alta,<br />

guapa y majestuosa. Le gustaba contar que estaba emparentada con<br />

la aristocracia rusa, como una especie <strong>de</strong> Anastasia. Nos hicimos<br />

amigos y nos veíamos <strong>de</strong> vez en cuando. No había nada físico entre<br />

nosotros. Yo salía con otras chicas y ella estaba enamorada <strong>de</strong> otro<br />

hombre. —Carraspeó nervioso—. Al acabar el curso me trasladé a<br />

Harvard. Seguimos en contacto vía correo electrónico durante un año<br />

más o menos. Un día me dijo que la habían admitido en Harvard para<br />

hacer un curso <strong>de</strong> posgrado. Quería especializarse en Dostoievski.<br />

Estaba buscando un sitio para vivir y le hablé <strong>de</strong> un apartamento que<br />

se alquilaba en mi edificio. En agosto se instaló allí.<br />

<strong>Gabriel</strong> miró a Julia, que asintió para darle ánimos.<br />

—Ese año fue muy duro para mí. Estaba haciendo la tesis y,<br />

a<strong>de</strong>más, era ayudante <strong>de</strong> un profesor muy exigente. Trabajaba<br />

muchas horas y apenas podía dormir.<br />

Bajó la vista y empezó a tamborilear en la mesa. Al cabo <strong>de</strong> un<br />

momento, continuó:<br />

—Algunos fines <strong>de</strong> semana salía con algunos compañeros. A

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!