05.09.2019 Views

El infierno de Gabriel_1

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

negó con la cabeza—. Ha sido un <strong>de</strong>sastre.<br />

<strong>Gabriel</strong> le apartó el pelo <strong>de</strong> la cara para verla mejor.<br />

—Lo siento —dijo.<br />

—Teníamos que hablar y, por primera vez en la vida, he tenido<br />

la sensación <strong>de</strong> que me escuchaba. Al menos creo que lo está<br />

intentando. Es un gran paso. Y cuando nos hemos quitado esos temas<br />

<strong>de</strong> encima, hemos hablado <strong>de</strong> ti. Quería saber cuánto tiempo<br />

llevábamos juntos.<br />

—¿Qué le has dicho?<br />

—Que poco tiempo, pero que me gustas mucho. Le he dicho que<br />

has hecho muchas cosas por mí y que eres importante en mi vida.<br />

—¿Le has contado lo que siento por ti?<br />

<strong>El</strong>la lo miró con timi<strong>de</strong>z.<br />

—Bueno, sobre lo <strong>de</strong> hacerme el amor en Florencia no he<br />

mencionado nada, pero le he dicho que creo que te gusto.<br />

<strong>Gabriel</strong> frunció el cejo.<br />

—¿Que me gustas? ¿No se te ha ocurrido nada mejor?<br />

—Es mi padre. No le interesan los <strong>de</strong>talles sentimentales. Lo que<br />

le interesa es saber si te drogas, si te metes en peleas y si eres fiel.<br />

Él hizo una mueca.<br />

Julia lo abrazó.<br />

—Le he dicho que eres un ciudadano ejemplar y que me tratas<br />

como a una princesa. Que no te merezco.<br />

—Eso es mentira. —<strong>Gabriel</strong> le besó la frente—. Soy yo quien no<br />

te merece.<br />

—Tonterías.<br />

Se besaron dulcemente unos momentos antes <strong>de</strong> que él se<br />

apartara para quitarse las gafas y <strong>de</strong>jarlas encima <strong>de</strong>l libro. Apagó la<br />

luz y la abrazó por <strong>de</strong>trás, sintiéndose muy feliz.<br />

Cuando se estaban quedando dormidos, Julia susurró:<br />

—Te quiero.<br />

Como <strong>Gabriel</strong> no respondió, asumió que ya se había dormido.<br />

Suspirando, se acomodó contra su pecho. Él la sujetó con más firmeza<br />

por la cintura.<br />

Lo oyó inspirar hondo y contener el aire antes <strong>de</strong> <strong>de</strong>cir:<br />

—Julia Mitchell, yo también te quiero.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!