05.09.2019 Views

El infierno de Gabriel_1

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

26<br />

Mientras la casa estaba sumida en sombras y todo el mundo<br />

parecía estar durmiendo, <strong>Gabriel</strong> y Julia permanecían <strong>de</strong> pie en la<br />

cocina, contemplándose.<br />

—No estoy seguro <strong>de</strong> que vayas lo suficientemente abrigada.<br />

Hace mucho frío ahí fuera —dijo, tocándole el chaquetón.<br />

—No tanto como en Toronto —replicó ella, quitándole<br />

importancia.<br />

—No estaremos mucho rato fuera. Mira lo que he encontrado.<br />

—<strong>Gabriel</strong> le mostró una bufanda larga, hecha <strong>de</strong> anchas franjas<br />

blancas y negras. Tras enroscarla alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l cuello <strong>de</strong> Julia, le hizo<br />

una lazada—. Es <strong>de</strong> mi facultad en Oxford.<br />

<strong>El</strong>la sonrió.<br />

—Me gusta.<br />

—Te favorece. Y he encontrado otra cosa —añadió, mostrándole<br />

una vieja manta que le resultó familiar.<br />

Alargando la mano, Julia la acarició.<br />

—¿Es nuestra manta?<br />

—Eso creo, pero no será suficiente. He traído dos más.<br />

—Dándole la mano, la guió hasta el porche.<br />

Estaba más oscuro que hacía un rato y hacía más frío, pero<br />

extrañamente, parecía como si no hubiera pasado el tiempo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el<br />

momento en que, hacía tantos años, le dio la mano y lo siguió al<br />

bosque. Al recordar aquella noche, el corazón se le aceleró y respiró<br />

hondo para calmarse.<br />

<strong>Gabriel</strong> le apretó la mano.<br />

—¿Qué pasa?<br />

—Nada.<br />

—Estás nerviosa, lo noto. Cuéntamelo.<br />

Le soltó la mano y la abrazó por la cintura.<br />

<strong>El</strong>la le <strong>de</strong>volvió el abrazo.<br />

—La última vez que estuve en este bosque me perdí.<br />

Prométeme que no me <strong>de</strong>jarás sola otra vez.<br />

—Julianne, no tengo ninguna intención <strong>de</strong> <strong>de</strong>jarte sola. No sabes<br />

lo importante que eres para mí. No quiero ni imaginarme lo que sería<br />

per<strong>de</strong>rte. —<strong>El</strong> tono <strong>de</strong> voz <strong>de</strong> <strong>Gabriel</strong> había cambiado. Era una voz<br />

más baja, más tensa.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!