05.09.2019 Views

El infierno de Gabriel_1

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

mantequilla o el queso cheddar <strong>de</strong> la isla <strong>de</strong> Mull, no necesariamente<br />

en ese or<strong>de</strong>n.<br />

Aunque acababa <strong>de</strong> vivir una experiencia muy traumática junto a<br />

<strong>Gabriel</strong>, especialmente dolorosa <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber pasado la noche<br />

entre sus brazos, estaba <strong>de</strong>cidida a no permitir que él la <strong>de</strong>struyese<br />

psicológicamente. Sabía lo que era que alguien hiciera algo así. De<br />

hecho, <strong>Gabriel</strong> ya la había <strong>de</strong>strozado psíquicamente una vez. Y Julia<br />

se había jurado que no volvería a pasar.<br />

Por eso, tomó tres <strong>de</strong>cisiones:<br />

La primera, que no <strong>de</strong>jaría <strong>de</strong> ir a sus clases, porque necesitaba<br />

el seminario para sus créditos.<br />

La segunda, que no iba a abandonar ni iba a regresar a<br />

Selinsgrove con el rabo entre las piernas.<br />

Y la tercera, que buscaría a otro director <strong>de</strong> proyecto y que<br />

presentaría la documentación lo antes posible, a espaldas <strong>de</strong><br />

Emerson.<br />

<strong>El</strong> martes por la noche, volvió a encen<strong>de</strong>r el móvil y a revisar los<br />

mensajes <strong>de</strong> voz. La memoria volvía a estar llena. Puso los ojos en<br />

blanco al comprobar que el primer mensaje era <strong>de</strong> <strong>Gabriel</strong>. Lo había<br />

<strong>de</strong>jado el lunes por la mañana.<br />

«Julianne... te <strong>de</strong>jé algo anoche en el porche. ¿Lo viste? ¿Leíste<br />

la tarjeta? Por favor, léela.<br />

»Por cierto, llamé a Paul Norris para que me diera tu número <strong>de</strong><br />

móvil. Me inventé una excusa. Le dije que tenía que comentarte un<br />

tema <strong>de</strong>l proyecto, por si te pregunta algo.<br />

»¿Sabes que te <strong>de</strong>jaste el iPod? Lo he estado escuchando. Me<br />

sorprendió que tuvieras a Arca<strong>de</strong> Fire. He estado escuchando<br />

Intervention. Me ha extrañado que a alguien tan feliz y equilibrado<br />

como tú le guste una canción tan trágica. Quisiera <strong>de</strong>volverte el iPod<br />

en persona.<br />

»Y me gustaría que hablaras conmigo. Grítame, insúltame,<br />

maldíceme, tírame cosas a la cara, pero no me castigues con este<br />

silencio, Julianne, por favor. [Gran suspiro.] Sólo te pido unos minutos<br />

<strong>de</strong> tu tiempo. Por favor, llámame.»<br />

Julia borró el mensaje y se dirigió al porche, vestida con un<br />

pijama <strong>de</strong> franela a cuadros escoceses. Cogió la tarjeta que<br />

acompañaba al ramo; la rompió en mil pedazos y tiró los trozos al otro<br />

lado <strong>de</strong> la valla. Luego tiró también los jacintos, ya muy marchitos.<br />

Tras inspirar el aire fresco <strong>de</strong> la noche, cerró la puerta con rabia y<br />

volvió a casa.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!