05.09.2019 Views

El infierno de Gabriel_1

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

—No siento que me estés corrompiendo.<br />

<strong>Gabriel</strong> la miró con tristeza.<br />

—Sólo porque no sabes lo que eso implica. No sabes<br />

reconocerlo. Cuando lo hagas ya será <strong>de</strong>masiado tar<strong>de</strong>. Adán y Eva<br />

no se dieron cuenta <strong>de</strong> lo que habían perdido hasta que estuvieron<br />

fuera <strong>de</strong>l paraíso.<br />

—Sé algo sobre el tema —murmuró Julia— y no por haber leído<br />

a Milton.<br />

En ese momento, Christopher les llevó la cena, interrumpiendo la<br />

incómoda conversación. <strong>Gabriel</strong> se comportó como el perfecto<br />

anfitrión, sirviéndole la ensalada y la pizza a Julia antes <strong>de</strong> servirse él<br />

y asegurándose <strong>de</strong> que le tocaban más virutas <strong>de</strong> queso parmesano y<br />

más picatostes que a él. Y no porque no le gustaran. Al contrario, le<br />

gustaban mucho.<br />

Mientras comían en silencio, Julia recordaba su primera cena<br />

juntos. En ese momento, empezó a sonar una canción por los<br />

altavoces. Era una canción tan bonita que <strong>de</strong>jó los cubiertos sobre la<br />

mesa y escuchó con atención.<br />

<strong>Gabriel</strong> también la oyó y empezó a cantar susurrando. La letra<br />

hablaba sobre el cielo y el <strong>infierno</strong>, la virtud y el pecado.<br />

Julia se quedó atrapada en la sobrecogedora relevancia <strong>de</strong> la<br />

letra. Pero <strong>Gabriel</strong> se <strong>de</strong>tuvo en seco y volvió a concentrarse en la<br />

pizza. <strong>El</strong>la lo miró boquiabierta. No tenía ni i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que cantara tan<br />

bien. Oír aquellas palabras saliendo <strong>de</strong> su boca perfecta con su<br />

sensual voz...<br />

—Es una canción preciosa. ¿De quién es?<br />

—Se llama You and Me. Es <strong>de</strong> Matthew Barber, un músico local.<br />

¿Has oído la frase sobre la virtud y el pecado? No cabe duda sobre<br />

cuál le correspon<strong>de</strong> a cada uno <strong>de</strong> nosotros.<br />

—Es muy bonita pero triste.<br />

—Siempre he tenido una gran <strong>de</strong>bilidad por las cosas bonitas<br />

pero tristes. —La miró atentamente antes <strong>de</strong> apartar la vista—. Creo<br />

que <strong>de</strong>beríamos empezar a hablar sobre tu proyecto, señorita Mitchell.<br />

Su máscara profesional volvía a estar firmemente colocada en<br />

su sitio. Julia respiró hondo y empezó a <strong>de</strong>scribir su proyecto,<br />

nombrando a Paolo y a Francesca, a Dante y a Beatriz. Justo en ese<br />

momento, sonó el teléfono <strong>de</strong> <strong>Gabriel</strong>.<br />

<strong>El</strong> tono <strong>de</strong> llamada eran las campanadas <strong>de</strong>l Big Ben. Él alzó un<br />

<strong>de</strong>do para indicarle que esperara un momento. Al leer la pantalla <strong>de</strong> su<br />

iPhone, le cambió la expresión <strong>de</strong> la cara.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!