05.09.2019 Views

El infierno de Gabriel_1

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

saboreando. Cualquier rastro <strong>de</strong> luci<strong>de</strong>z había <strong>de</strong>saparecido. Con los<br />

ojos cerrados, se <strong>de</strong>splomó contra la pared, a punto <strong>de</strong> <strong>de</strong>smayarse.<br />

Cuando Julia recobró el juicio, cosa que le llevó más <strong>de</strong> un<br />

minuto, lo arrastró hacia la habitación. Todo habría acabado bien si en<br />

ese momento él no le hubiera vomitado encima. De ella y <strong>de</strong>l precioso<br />

y carísimo jersey <strong>de</strong> cachemira. Cuando acabó, el ver<strong>de</strong> coche <strong>de</strong><br />

carreras inglés había dado paso a otro tipo <strong>de</strong> ver<strong>de</strong>.<br />

<strong>El</strong>la ahogó un grito y reprimió sus propias náuseas ante la visión<br />

y el olor. Tenía el estómago muy <strong>de</strong>licado.<br />

«¡Lo tengo hasta en el pelo! Oh, dioses <strong>de</strong> las buenas<br />

samaritanas, ¡ayudadme, rápido!»<br />

—Lo siento, Julianne. Siento haber sido un mal chico —se<br />

disculpó <strong>Gabriel</strong>.<br />

Su voz le recordó a la <strong>de</strong> un niño pequeño.<br />

<strong>El</strong>la contuvo el aliento y negó con la cabeza.<br />

—No pasa nada. Vamos. —Lo arrastró hasta el cuarto <strong>de</strong> baño y<br />

logró que se arrodillara ante el váter antes <strong>de</strong> la siguiente erupción<br />

estomacal.<br />

Mientras vomitaba, Julia se tapó la nariz con dos <strong>de</strong>dos y miró a<br />

su alre<strong>de</strong>dor intentando distraerse. <strong>El</strong> cuarto <strong>de</strong> baño era elegante y<br />

muy espacioso. ¿Había una bañera don<strong>de</strong> cabían cómodamente dos<br />

personas o más? Correcto. ¿Una ducha para dos personas con una<br />

<strong>de</strong>ca<strong>de</strong>nte función <strong>de</strong> lluvia tropical? Correcto. ¿Toallas blancas,<br />

gran<strong>de</strong>s y esponjosas, perfectas para recoger vómito? Correcto.<br />

Cuando <strong>Gabriel</strong> acabó, ella le ofreció una toalla pequeña pero<br />

absorbente para que se secara la cara. Él gruñó e ignoró su<br />

ofrecimiento, así que Julia se inclinó hacia él y lo limpió con <strong>de</strong>lica<strong>de</strong>za<br />

antes <strong>de</strong> darle un vaso <strong>de</strong> agua para que se enjuagara la boca.<br />

Luego se lo quedó mirando. A pesar <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sastre que había sido<br />

su familia y <strong>de</strong> su miedo al matrimonio, a veces se preguntaba cómo<br />

sería tener un bebé, un niño o una niña que se parecieran a ella y a su<br />

marido. Mirando a <strong>Gabriel</strong>, que seguía fatal, se imaginó lo que<br />

supondría ser madre y cuidar <strong>de</strong> un niño enfermo. La vulnerabilidad <strong>de</strong><br />

<strong>Gabriel</strong> le llegaba al alma. Sólo la había presenciado una vez<br />

anteriormente, no hacía tanto, en su <strong>de</strong>spacho, cuando había llorado<br />

por la muerte <strong>de</strong> Grace.<br />

«Grace se alegraría <strong>de</strong> saber que estoy cuidando <strong>de</strong> su hijo.»<br />

—¿Estarás bien si te <strong>de</strong>jo solo un minuto? —preguntó,<br />

apartándole el cabello <strong>de</strong> la frente.<br />

Él volvió a gruñir, sin abrir los ojos, y Julia lo interpretó como un

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!