05.09.2019 Views

El infierno de Gabriel_1

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

suya una vez más.<br />

Sin pensar en que su acción iba a resultar <strong>de</strong>masiado íntima, le<br />

soltó la mano y le apartó un mechón <strong>de</strong> cabello <strong>de</strong> la cara,<br />

aprovechando para rozarle la piel <strong>de</strong>l cuello con los nudillos mucho<br />

más tiempo <strong>de</strong>l necesario.<br />

—Eres preciosa —susurró.<br />

—Me siento como Cenicienta. Rachel me ha comprado el<br />

vestido y los zapatos —replicó ella, cambiando totalmente <strong>de</strong> tema.<br />

<strong>Gabriel</strong> bajó la mano.<br />

—¿De verdad te sientes como Cenicienta?<br />

Julia asintió.<br />

—Cuesta tan poco hacerte feliz... —reflexionó él en voz alta—.<br />

<strong>El</strong> vestido es precioso. Rachel <strong>de</strong>bía <strong>de</strong> saber que el lila es tu color<br />

favorito.<br />

—¿Cómo sabes que el lila es mi color favorito?<br />

—En tu apartamento hay cosas lila por todas partes.<br />

<strong>El</strong>la hizo una mueca y <strong>de</strong>svió la vista al recordar su primera y<br />

única visita a su agujero <strong>de</strong> hobbit.<br />

<strong>Gabriel</strong> quería que lo mirara a él. Sólo a él.<br />

—Y los zapatos son exquisitos —añadió, mirándola <strong>de</strong> arriba<br />

abajo.<br />

<strong>El</strong>la se encogió <strong>de</strong> hombros.<br />

—Tengo miedo <strong>de</strong> caerme.<br />

—No lo permitiré.<br />

—Rachel es muy generosa.<br />

—Lo es. Igual que lo era Grace.<br />

Julia asintió.<br />

—Pero no como yo. —Las palabras que salieron <strong>de</strong> la boca <strong>de</strong> él<br />

sonaron más como una pregunta que como una afirmación.<br />

—Yo no he dicho eso. De hecho, creo que pue<strong>de</strong>s ser muy<br />

generoso cuando quieres.<br />

—¿Cuando quiero?<br />

—Sí. Estaba hambrienta y tú me diste <strong>de</strong> comer. —«Dos veces»,<br />

añadió para sus a<strong>de</strong>ntros.<br />

—¿Estabas hambrienta? —repitió <strong>Gabriel</strong> horrorizado, con la voz<br />

ronca y <strong>de</strong>jando <strong>de</strong> bailar—. ¿Estás pasando hambre? —Sus ojos se<br />

convirtieron en dos piedras preciosas, frías como el hielo y su voz se<br />

enfrió a la temperatura <strong>de</strong>l agua que corre bajo un glaciar.<br />

—No literalmente, profesor, sólo he echado <strong>de</strong> menos algunas<br />

cosas. Filetes. Y manzanas. —Lo miró con timi<strong>de</strong>z, tratando <strong>de</strong>

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!