05.09.2019 Views

El infierno de Gabriel_1

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

fijación que roza el <strong>de</strong>lirio con Beatriz. Yo no soy ella, <strong>Gabriel</strong>. Tú<br />

buscas un i<strong>de</strong>al, o una ilusión creada por las drogas, no a mí.<br />

—Llevo limpio seis años. No es que acabe <strong>de</strong> salir <strong>de</strong><br />

rehabilitación. Sé que estoy cargado <strong>de</strong> <strong>de</strong>fectos, pero me gustaría<br />

conocerte a ti, tal como eres. Quiero que seas tú misma. Sé que eres<br />

más que un sueño. Tu realidad es mucho más hermosa y atractiva que<br />

cualquier sueño. No quiero un sueño. Te quiero a ti.<br />

Una lágrima empezó a <strong>de</strong>slizarse por la mejilla <strong>de</strong> Julia, que se<br />

la secó bruscamente.<br />

—No me conoces. No me conociste aquella noche. Abrazaste a<br />

la Beatriz <strong>de</strong> Dante, a la imagen que te habías formado gracias a los<br />

escritos y al cuadro <strong>de</strong> Holiday, no a mí.<br />

Él negó con la cabeza.<br />

—Lo que sentí fue real. Lo que hice fue real.<br />

—Te lo pareció, pero forma parte <strong>de</strong> la ilusión.<br />

—Fue real, Julia. Lo más real que me ha pasado nunca. En<br />

cuanto te toqué, lo supe. Y cuando volví a tocarte... años <strong>de</strong>spués... te<br />

recordé. Mi cuerpo se acordaba <strong>de</strong>l tuyo. Sólo mi mente consciente te<br />

había olvidado.<br />

—Ya no soy aquella chiquilla. Me he convertido en una mujer,<br />

una mujer que te <strong>de</strong>sagradó a primera vista.<br />

—No es cierto. Te has convertido en una joven preciosa.<br />

—Sólo buscas una mascota.<br />

—No, Beatriz.<br />

—Deja <strong>de</strong> llamarme así —protestó ella, apretando los dientes.<br />

—Lo siento, Julianne. Sé que te he hecho daño. Y soy<br />

consciente <strong>de</strong> que tengo un lado oscuro. ¿Me <strong>de</strong>jarás <strong>de</strong>mostrarte que<br />

también puedo ser bueno? ¿Muy bueno?<br />

—No. Es <strong>de</strong>masiado tar<strong>de</strong>. No puedo. —Aunque sentía que el<br />

corazón se le <strong>de</strong>sgarraba, se dirigió al recibidor, recogiendo el abrigo y<br />

la mochila por el camino.<br />

—¿Y lo <strong>de</strong> anoche? —preguntó <strong>Gabriel</strong>, siguiéndola—. ¿No<br />

significó nada para ti?<br />

—¿Qué <strong>de</strong>bería significar? ¡A ver, te escucho! —lo incitó,<br />

abrazándose a la mochila para protegerse por <strong>de</strong>lante y apoyándose<br />

en la pared para cubrirse la espalda.<br />

<strong>Gabriel</strong> apoyó una mano a cada lado <strong>de</strong> sus hombros y se<br />

inclinó sobre ella.<br />

—¿Tengo que explicártelo? ¿No lo notaste?<br />

Acercó los labios, casi rozando los suyos. Al notar su cálido

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!