05.09.2019 Views

El infierno de Gabriel_1

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

abriera la boca. Cuando lo hizo, sus lenguas se entrelazaron y se<br />

movieron al unísono, lentamente. No había prisa. Estaban solos en un<br />

museo casi <strong>de</strong>sierto. Mientras le besaba los labios y las mejillas, fue<br />

haciéndola retroce<strong>de</strong>r hasta un rincón <strong>de</strong> la sala.<br />

La miró con cautela.<br />

—¿Puedo seguir?<br />

<strong>El</strong>la asintió sin aliento.<br />

—Si quieres que pare, dímelo. No iré <strong>de</strong>masiado lejos, pero... te<br />

necesito.<br />

Julia le ro<strong>de</strong>ó el cuello con los brazos y se le acercó.<br />

Él la apoyó suavemente contra la pared, pegándose a ella. Cada<br />

uno <strong>de</strong> sus ángulos y planos era acogido por las curvas <strong>de</strong> Julia. Las<br />

manos <strong>de</strong> <strong>Gabriel</strong> <strong>de</strong>scendieron, dudando, hasta sus ca<strong>de</strong>ras. Como<br />

respuesta, ella se apretó más a él. Durante todo ese tiempo, sus labios<br />

y sus lenguas siguieron explorando, sin darse nunca por satisfechos.<br />

Los <strong>de</strong>dos finos y largos <strong>de</strong> <strong>Gabriel</strong> regresaron a su espalda y, <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

allí, volvieron a bajar hasta ro<strong>de</strong>arle las nalgas, redon<strong>de</strong>adas y<br />

<strong>de</strong>liciosas. Apretó vacilante y sonrió contra su boca cuando ella gimió.<br />

—Eres perfecta. Todas tus partes lo son. Pero ésta en<br />

concreto... —<strong>Gabriel</strong> apretó otra vez y la besó con ardor renovado.<br />

—¿Me estás diciendo que te gusta mi culo, profesor?<br />

—No me llames así.<br />

—¿Por qué no?<br />

—Porque no quiero pensar en todas las normas universitarias<br />

que estoy rompiendo ahora mismo.<br />

<strong>Gabriel</strong> se arrepintió <strong>de</strong> sus palabras tan pronto como la sonrisa<br />

<strong>de</strong> Julia <strong>de</strong>sapareció.<br />

—Y nunca me referiría a esa bella zona <strong>de</strong> tu cuerpo como un<br />

culo. Es <strong>de</strong>masiado elegante. Voy a tener que crear una palabra<br />

nueva que la <strong>de</strong>scriba en toda su gloria.<br />

<strong>El</strong>la se echó a reír a carcajadas y él le dio un nuevo apretón para<br />

que no quedara duda <strong>de</strong> su admiración.<br />

«Confirmado, el profesor Emerson tiene <strong>de</strong>bilidad por los culos.»<br />

Los <strong>de</strong>dos <strong>de</strong> Julia tenían <strong>de</strong>bilidad por el pelo <strong>de</strong> <strong>Gabriel</strong>. Le<br />

gustaba acariciarlo, hundirse en él, agarrarlo con fuerza para acercar<br />

su cara a la suya. Al sentir el corazón <strong>de</strong> él latiendo contra su pecho le<br />

faltó el aliento, pero no le importó. Lo amaba. Estaba enamorada <strong>de</strong><br />

<strong>Gabriel</strong> <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que tenía diecisiete años. Y se había portado tan bien<br />

con ella... En ese instante, le habría dado todo lo que le hubiera<br />

pedido sin importarle las consecuencias. «¿Qué consecuencias?» Su

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!