05.09.2019 Views

El infierno de Gabriel_1

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Julia pasó casi toda la mañana <strong>de</strong>l viernes trabajando en su<br />

proyecto <strong>de</strong> tesis. Tuvo el teléfono a mano por si <strong>Gabriel</strong> la llamaba,<br />

pero no lo hizo. Quien sí la llamó fue Paul, aunque su conversación se<br />

interrumpió bruscamente cuando el profesor Emerson entró en su<br />

<strong>de</strong>spacho <strong>de</strong> la biblioteca. Al parecer, <strong>Gabriel</strong> estaba <strong>de</strong> mucho mejor<br />

humor, así que a Paul no le costó <strong>de</strong>masiado creer que no había sido<br />

excesivamente duro con ella. Julia, por su parte, hizo todo lo que<br />

estaba en su mano para convencerlo. Crisis evitada.<br />

Tras una reunión muy interesante con Katherine, regresó a casa<br />

y se preparó una cena ligera. Después <strong>de</strong> tomarse la sopa <strong>de</strong> tomate,<br />

se duchó y se cubrió con una toalla lila que apenas llegaba para<br />

cubrirle el pecho y el trasero. Frente al armario, estuvo dudando qué<br />

pijama ponerse. En vista <strong>de</strong> que el frío <strong>de</strong> finales <strong>de</strong> octubre no<br />

parecía tener intenciones <strong>de</strong> remitir y como homenaje a la proximidad<br />

<strong>de</strong> Halloween, eligió uno <strong>de</strong> calabazas.<br />

Tap, tap, tap.<br />

Sobresaltada, Julia soltó un gritito. Una voz llegaba amortiguada<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el otro lado <strong>de</strong> la ventana. Alguien volvió a golpear en el cristal<br />

con más urgencia. Fue hacia allí y, al <strong>de</strong>scorrer la cortina, se encontró<br />

con la cara preocupada <strong>de</strong> <strong>Gabriel</strong>.<br />

—¡Me has dado un susto <strong>de</strong> muerte! —exclamó ella, quitando<br />

los seguros <strong>de</strong> la vieja ventana y levantándola con una mano, mientras<br />

se sujetaba la toalla con la otra.<br />

—No respondías al teléfono, ni al timbre <strong>de</strong> la puerta. Temía que<br />

te hubiera pasado algo. He dado la vuelta al edificio y he visto luz en<br />

esta habitación.<br />

Al darse cuenta <strong>de</strong> que le costaba sujetar la ventana, dijo:<br />

—Déjame a mí.<br />

Con un solo movimiento, la levantó hasta arriba y le dio dos<br />

bolsas <strong>de</strong> papel.<br />

—¿Qué es esto? —preguntó Julia.<br />

—La cena. Ahora apártate y déjame entrar. Aquí fuera hace frío.<br />

—¿Qué estás haciendo?<br />

—¿A ti qué te parece? Estoy entrando en tu apartamento por la<br />

ventana.<br />

—Te habría <strong>de</strong>jado entrar por la puerta como una persona<br />

normal —replicó ella, colocando las bolsas sobre la mesa.<br />

<strong>Gabriel</strong> le dirigió una mirada hambrienta mientras pasaba las<br />

piernas por encima <strong>de</strong>l alféizar <strong>de</strong> la ventana.<br />

—Vestida así, mejor que no abras la puerta. —Cerró la ventana,

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!