05.09.2019 Views

El infierno de Gabriel_1

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

—Julianne, no eres idiota. Yo soy el único culpable. No <strong>de</strong>bí<br />

alejarte <strong>de</strong> la casa en mi estado.<br />

Julia soltó el aire y empezó a temblar.<br />

—Mírame, Julianne.<br />

<strong>El</strong>la negó con la cabeza.<br />

—Aquella mañana vi a tu padre —continuó él.<br />

—¿Ah, sí? —Julia levantó la cabeza.<br />

—Ya sabes cómo son las cosas en los pueblos. Cuando Richard<br />

llevó a Scott al hospital y ninguno <strong>de</strong> los dos explicó lo que había<br />

pasado, empezaron a exten<strong>de</strong>rse los rumores. Tu padre se enteró y<br />

fue a ver si podía echar una mano.<br />

—Nunca lo mencionó.<br />

—Richard y Grace se sentían avergonzados. Tu padre sin duda<br />

quería protegerlos <strong>de</strong> las habladurías. Y nadie sabía lo que había<br />

pasado entre nosotros... —Negó con la cabeza lentamente—. ¿Por<br />

qué no se lo contaste a Rachel?<br />

—Estaba traumatizada por el miedo. Y humillada.<br />

<strong>Gabriel</strong> hizo una mueca. Le cogió la mano y la miró fijamente.<br />

—¿No recuerdas lo que sucedió entre nosotros?<br />

<strong>El</strong>la apartó la mano bruscamente.<br />

—¡Claro que lo recuerdo! Por eso lo pasé tan mal. Recordaba<br />

esa noche una y otra vez y me repetía que <strong>de</strong>biste <strong>de</strong> tener una buena<br />

razón para marcharte. Pero otras veces no podía quitarme <strong>de</strong> la<br />

cabeza que me abandonaste y tenía pesadillas en las que vagaba<br />

perdida por el bosque. ¿Y sabes lo más triste <strong>de</strong> todo? Estuve<br />

esperando que volvieras. Pasé años esperando que te presentaras<br />

ante mi puerta y dijeras que querías volver conmigo. Que no habías<br />

mentido al <strong>de</strong>cirme que te alegrabas <strong>de</strong> haberme encontrado. Patético,<br />

¿no?<br />

—No, no es patético. Entiendo que pensaras que te había<br />

abandonado, pero te juro que no lo hice. Créeme. Si hubiera pensado<br />

que eras real y que vivías en Selinsgrove, me habría presentado ante<br />

tu puerta hace mucho tiempo. —<strong>Gabriel</strong> carraspeó y Julia sintió la<br />

vibración a través <strong>de</strong> sus rodillas unidas bajo la mesa—. Soy un<br />

adicto. No lo puedo evitar . Y necesito controlarlo todo, tanto a las<br />

personas como las cosas. No puedo cambiar eso.<br />

—¿Estás colocado ahora?<br />

—¡Claro que no! ¿Crees que te haría algo así?<br />

—Si eres un adicto, lo eres siempre. Que yo esté aquí o no lo<br />

esté no tiene importancia.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!