08.05.2013 Views

La Revolucion Desconocida _Volin - fondation Besnard

La Revolucion Desconocida _Volin - fondation Besnard

La Revolucion Desconocida _Volin - fondation Besnard

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

consolidar su Poder y su Estado. Por esa época hasta se decía, sobre todo en el<br />

extranjero, que los campesinos eran quienes más ganarían con la revolución, y que los<br />

bolcheviques, pese a su doctrina marxista, se verían obligados a apoyarse, al fin de<br />

cuentas, no en la clase obrera, sino en la campesina.<br />

2.- Más tarde –segundo período-, a medida que el Estado se afirmaba y, por potra<br />

parte, las ciudades, agotadas sus provisiones, ponían su esperanza en la campiña,<br />

Lenin empezó a estrechar el cerco sobre los campesinos.<br />

Si los obreros de las ciudades y de las regiones industriales hubiesen tenido, por<br />

conducto de sus organizaciones independientes, libertad de iniciativa y de acción,<br />

habrían ciertamente establecido contacto económico directo y fecundo con los<br />

campesinos para la producción y el intercambio. Se puede estar seguro que tal relación<br />

entre los productores y los consumidores libres de las ciudades y el campo habría<br />

llevado a acuerdos y finalmente a una solución práctica y feliz de este problema capital<br />

de la revolución social: el de las relaciones entre ambas clases de trabajadores, las dos<br />

ramas esenciales de la economía nacional.<br />

¡Pero qué! Los obreros y sus organizaciones no tenían libertad alguna de acción, ni<br />

de iniciativa. Los campesinos, tampoco. Todo estaba concentrado en manos del Estado,<br />

del gobierno. Sólo él podía obrar, emprender, resolver. Naturalmente, en tales<br />

condiciones, todo el mundo esperaba sus decisiones.<br />

Los campesinos, que por sugestiones y proposiciones directas de los obreros<br />

habrían podido por propia iniciativa, de manera natural, espontánea y sencilla, hacer lo<br />

necesario de acuerdo con la población urbana, los campesinos nada hacían hasta que el<br />

gobierno -¡para eso estaba!- hiciese conocer sus intenciones.<br />

Por acción de presencia y sus funciones mismas, un gobierno se interpone entre<br />

obreros y campesinos y los separa, impidiéndoles automáticamente concertarse, pues<br />

él se encarga de intervenir ante unos y otros como intermediario, como árbitro. Ahora<br />

bien: emanadas de un gobierno, las disposiciones nada tienen de las relaciones directas<br />

de obreros a obreros. Por su misma naturaleza, no son, no pueden ser, sino<br />

prescripciones, mandatos, órdenes.<br />

Lenin intervino, pues. Sin nada comprender, naturalmente, como dictador<br />

marxista, de la verdadera situación. El explicaba la indiferencia de los campesinos no<br />

como consecuencia fatal de la aplicación del falso principio gubernamental, sino como<br />

manifestación de su egoísmo, de su mentalidad pequeño-burguesa, de su hostilidad<br />

hacia las ciudades, etc. Obró e hizo estragos. Por decretos y ordenanzas intimó a los<br />

campesinos a entregar al Estado la mayor parte de su cosecha. Ejército y policía dieron<br />

fuerza a la intimación. Fue el período de las requisiciones, de los impuestos en especie,<br />

de las expediciones armadas, del comunismo de guerra, en pocas palabras. <strong>La</strong> violencia<br />

militar se abatió sobre el campesinado para arrebatarle cuanto el Estado necesitaba.<br />

Se prohibió a los campesinos la venta de sus productos. En los ferrocarriles, los<br />

caminos y en torno a las ciudades se establecieron barreras para impedir tal venta,<br />

llamada especulación. Por haber infringido esas medidas, millares de campesinos y<br />

ciudadanos fueron detenidos y no pocos fusilados. Ni que decir que las víctimas eran<br />

sobre todo pobres gentes que llevaban a la ciudad un saco de harina o campesinos que<br />

acudían en socorro de sus parientes o amigos a vueltas con el hambre. Los verdaderos<br />

especuladores salvaban fácilmente las barreras a fuerza de sobornos. Una vez más, en<br />

el sistema estatista, la realidad se burlaba de la teoría.<br />

Esa política produjo pronto serios disturbios. Los campesinos opusieron a la<br />

violencia una encarnizada resistencia: ocultaban el trigo, reducían el área de siembra a<br />

lo estrictamente necesario para sus necesidades, mataban su ganado, saboteaban el<br />

trabajo, se levantaban en un punto y otro contra las pesquisas y las requisiciones y<br />

asesinaban con creciente frecuencia a los comisarios encargados de esas operaciones.<br />

<strong>La</strong>s ciudades estaban amenazadas por el hambre; no se entreveía para ellas<br />

mejora alguna. Los obreros, sometidos a duras privaciones, comprendiendo cada vez<br />

más claramente las verdaderas razones de tal falla y tratando de enderezar la<br />

revolución, empezaron a agitarse seriamente. Una parte del ejército se mostró<br />

dispuesta a sostener este movimiento. (Se produjo así, en marzo de 1921, la gran<br />

157

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!