La Revolucion Desconocida _Volin - fondation Besnard
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1.- Todos los partidos, organizaciones y corrientes políticas socialistas 98 tienen<br />
derecho a propagar libremente sus ideas, sus teorías, sus puntos de vista y opiniones,<br />
oralmente y por escrito. Ninguna restricción a la libertad de prensa. y de palabra<br />
socialistas será admitida ni será objeto de persecución alguna.<br />
Nota: Los comunicados de orden militar no podrán ser impresos sino por conducto<br />
de la dirección del órgano central de los insurgentes revolucionarios: El Camino hacia la<br />
Libertad.<br />
2.- En plena libertad los partidos y organizaciones políticas de propagar sus ideas,<br />
el ejército de los insurgentes majnovistas les previene que no admitirá ninguna<br />
tentativa de preparar e imponer a las masas laboriosas una autoridad política, por no<br />
tener ello nada de común con la libertad de ideas y de propaganda.<br />
Yekaterinoslav, 5 de noviembre de 1919.<br />
Consejo <strong>Revolucion</strong>ario Militar del Ejército de los insurgentes majnovistas<br />
En todo el curso de la Revolución rusa, la época de la majnovschina en Ucrania fue<br />
la única en que la verdadera libertad de las masas laboriosas encontró cabal expresión.<br />
Mientras la región permaneció libre, los trabajadores de las poblaciones ocupadas por<br />
los majnovistas pudieron decir y hacer -por vez primera- cuanto quisieron y como<br />
quisieron. Y, sobre todo, tenían la posibilidad de organizar su vida y su trabajo ellos<br />
mismos, según su entendimiento, su sentimiento de justicia y de verdad.<br />
Durante las semanas que los majnovistas ocuparon Yekaterinoslav, aparecieron<br />
con toda libertad cinco o seis periódicos de diversa orientación política; Narodoylastie<br />
(El Poder del Pueblo), socialista revolucionario de derecha; Znamia Voztania (El<br />
Estandarte de la Rebelión), socialista revolucionario de izquierda; Zvezda (<strong>La</strong> Estrella),<br />
bolchevique, y otros. A decir verdad, los bolcheviques eran quienes menos derecho<br />
tenían a la libertad de prensa y de asociación, en primer término, porque ellos habían<br />
destruido, donde pudieron, la libertad de prensa y de asociación para los trabajadores,<br />
y en segundo término porque su organización en Yekaterinoslav había tomado parte<br />
activa en la invasión criminal de la región de Guliai-Polie en junio de 1919, siendo de<br />
justicia retribuirles con un severo castigo. Pero, para no afectar en nada los grandes<br />
principios de libertad de palabra y de asociación, no fueron molestados y pudieron<br />
gozar, corno las demás corrientes políticas, de todos los derechos.<br />
<strong>La</strong> única restricción que los majnovistas juzgaron necesario imponer a los<br />
estatistas fue la prohibición de constituir Comités revolucionarios jacobinos tendientes a<br />
imponer al pueblo una dictadura.<br />
Diversos acontecimientos probaron que tal medida no era vana.<br />
Apenas las tropas majnovistas se posesionaron de Alexandrovsk y de<br />
Yekaterinoslav, los bolcheviques locales, salidos de sus escondites, se apresuraron a<br />
organizar sus comités (los rev.com.), procurando establecer su poder político y<br />
gobernar a la población. En Alexandrovsk, los miembros de uno de tales comités<br />
llegaron a proponer a Majno «dividir la esfera de acción», esto es, dejarle el poder<br />
militar y reservar al comité «toda libertad de acción y toda autoridad política y civil».<br />
Majno les aconsejó «ocuparse en cualquier oficio honesto» en lugar de tratar de<br />
imponer su voluntad a la población laboriosa. Análogo incidente ocurrió en<br />
Yekaterinoslav.<br />
Esta actitud de los majnovistas fue justa y lógica: precisamente porque quisieron<br />
asegurar y defender la total libertad de palabra, de prensa, de organización, etc., ellos<br />
debían adoptar, sin vacilar, todas las medidas contra las formaciones que tratasen de<br />
ofender esta libertad, suprimir las demás organizaciones e imponer su voluntad y su<br />
autoridad a las masas laboriosas.<br />
98 Sólo se habla de partidos y organizaciones socialistas, no porque se quisiese privar de tal derecho a los<br />
no socialistas, sino únicamente porque en plena revolución popular los elementos de derecho no entraban en<br />
juego. No era cuestión. Era natural que la burguesía no osara, en las condiciones creadas, editar su prensa, y<br />
que los obreros impresores, en posesión de- las imprentas, se negaran rotundamente a imprimirla. No valía la<br />
pena hablar de ello. El lógico acento recae sobre todos, no sólo sobre socialistas. Si los reaccionarios, no<br />
obstante, lograran imprimir sus obras, nadie se inquietaría por ello, pues el hecho, en el nuevo ambiente, no<br />
representaría peligro alguno.<br />
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