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La Revolucion Desconocida _Volin - fondation Besnard

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partido pertenecía? ¿Cuál fue la composición y cuál la función primera de tal soviet?<br />

Tales interrogantes no han tenido hasta ahora respuesta.<br />

El nacimiento del primer soviet fue un acontecimiento completamente privado, en<br />

ambiente muy íntimo, al abrigo de toda publicidad, al margen de toda campaña o<br />

acción de envergadura.<br />

En la prensa que trató este punto se hallará el nombre de Nossar-Jrustalev, citado<br />

casi incidentalmente; nadie dice dónde o cómo aparece este hombre, por qué y en qué<br />

circunstancia devino presidente del primer soviet. <strong>La</strong> prensa socialista se siente<br />

visiblemente incómoda al tener que hablar de Nossar; cita su nombre con desagrado;<br />

no pudiendo callar, lo que preferiría, balbucea sobre Nossar y su importancia algunas<br />

palabras inexactas y se apresura a relatar la actividad de los soviets, hacia fines de<br />

1905, cuando el presidente del soviet de San Petersburgo fue Lev Trotski.<br />

Se comprende fácilmente tanto la discreción como la molestia y la prisa.<br />

Primeramente, ni los historiadores, ni los socialistas, incluso Trotski, ni los partidos<br />

políticos, en general, han sabido el verdadero origen de los soviets, y, lógicamente, les<br />

molesta confesarlo. Si los socialistas hubieran conocido los hechos les habría sido<br />

necesario declarar que no contaron para nada con ellos. Por eso, conociendo o no la<br />

verdad, siempre la soslayaron en ventaja propia.<br />

Me molesta tener que hablar de mí. Por otra parte, nunca tuve ocasión de hablar<br />

de los soviets en la gran prensa, en la que, por lo demás, no colaboró. El tiempo ha<br />

pasado sin que me decidiese a romper el silencio sobre el origen de los soviets, para<br />

combatir los errores y las leyendas y mostrar la verdad 3 .<br />

Hace algunos años, vivamente impresionado por las alusiones falsas y<br />

presuntuosas de ciertos artículos de revistas, fui a ver a M. Melgunov, editor en París de<br />

una revista histórica rusa. Le propuse hacer, a título puramente documental, el relato<br />

exacto del nacimiento del primer soviet obrero. <strong>La</strong> propuesta no prosperó porque el<br />

editor no quiso aceptar mi condición de que los artículos no serían alterados en nada; y<br />

porque comprendí que su revista estaba lejos de ser una publicación histórica imparcial.<br />

Obligado a hablar de los soviets, revelo los hechos tal como se produjeron. Y si la<br />

prensa, histórica o no, se interesa en ellos, encontrará aquí la verdad.<br />

En el año 1904 me encontraba absorbido por un intenso trabajo de educación y<br />

cultura entre los obreros de San Petersburgo. Lo hacía con método propio; no<br />

pertenecía a ningún partido, pero me sentía intuitivamente revolucionario; no tenía más<br />

que veintidós años y acababa de abandonar la Universidad. A fin de año el número de<br />

mis alumnos obreros pasaba de cien.<br />

Entre ellos se encontraba una joven que, con su marido, pertenecía a una de las<br />

secciones obreras de Gapon; yo había oído hablar muy poco de éste y de sus secciones.<br />

Una tarde, mi alumna me acompaño a la sección de nuestro distrito, deseosa de<br />

interesarme en esa obra y, particularmente, en su animador. Esa tarde Gapon debía<br />

asistir a la reunión.<br />

Por entonces no se había establecido aún el verdadero papel de Gapon. Los<br />

obreros de vanguardia, desconfiados de su obra, porque era legal y emanaba del<br />

gobierno, la explicaban a su manera. <strong>La</strong> conducta misteriosa del pope parecía confirmar<br />

su opinión de que bajo la coraza protectora de la legalidad Gapon preparaba realmente<br />

un vasto movimiento revolucionario. Esta es una de las razones por la cual muchos<br />

obreros se negaron luego a creer en la función policial de aquél. Cuando se aclaró,<br />

algunos amigos íntimos de Gapon se suicidaron.<br />

A fines de diciembre conocí a Gapon. Su personalidad me intrigó vivamente; por<br />

su parte, pareció interesarse en mi labor educativa. Me entregó una tarjeta con su<br />

dirección, y quedamos en volver a vernos para conversar más a fondo.<br />

Días después comenzó la famosa huelga en la fabrica Putilov; el 6 de enero de<br />

1905 por la tarde mi alumna, muy agitada vino a comunicarme que los acontecimientos<br />

se tornaban graves; que Gapon desencadenaba a las masas obreras de la capital; que<br />

3 Me he ocupado del punto en un breve estudio sobre la Revolución Rusa, publicado por Sébastien Faure en<br />

la Encyclopédie Anarchiste, con el título «Revolución», posteriormente editado con el título <strong>La</strong> véritable<br />

revolutíón sociale, junto con otros artículos de la Enciclopedia. Para el gran público, no lector de la literatura<br />

libertaria, los hechos citados pasaron, empero, casi inadvertidos.<br />

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