La Revolucion Desconocida _Volin - fondation Besnard
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<strong>La</strong> Conferencia no disimuló sus sentimientos reprobatorios respecto a los comunistas.<br />
Pero cuando se planteó si los delegados comunistas podrían continuar en la Conferencia para<br />
proseguir el trabajo en común con los camaradas sin partido, la reunión respondió<br />
positivamente. A pesar de algunas protestas y la proposición de ciertos delegados de arrestar a<br />
los comunistas, el conjunto de los delegados no fue de esa opinión, considerando que los<br />
comunistas presentes asumían el carácter de delegados de unidades y organizaciones con el<br />
mismo título que los demás. Ello prueba una vez más que los delegados sin partido de los<br />
trabajadores, que los soldados rojos, los marinos y los obreros no consideran la resolución<br />
adoptada en el mitin de la víspera como necesariamente conducente a una ruptura con los<br />
comunistas en tanto partido. Se esperaba aún poder hallar un lenguaje común.<br />
En seguida, a propuesta del camarada Petrichenko, se dio lectura a la resolución de la<br />
víspera. <strong>La</strong> aplastante mayoría de los delegados la aprobó. En ese momento, cuando parecía<br />
que iba a comenzar el trabajo positivo, el camarada delegado del navío de línea Sebastopol<br />
pidió la palabra para una declaración urgente: 15 camiones de tropas con fusiles y<br />
ametralladoras estaban en marcha hacia el lugar de la reunión. <strong>La</strong> investigación practicada<br />
luego demostró que esa noticia, falsa, había sido lanzada por los comunistas a fin de torpedear<br />
la Conferencia. Pero al ser anunciada –sobre todo en razón de la tensión general y de la<br />
posición hostil a la Conferencia asumida por los representantes del Poder- todo llevó a los<br />
delegados a creer en ella.<br />
No obstante, se continuó sesionando, y la proposición del presidente de pasar a la<br />
discusión de los acontecimientos en curso, tomando por base la resolución adoptada, fue<br />
aclamada. <strong>La</strong> Conferencia comenzó la consideración de las medidas a tomar para la efectiva<br />
aplicación de las cláusulas de la resolución. Se rechazó la idea de enviar una delegación a<br />
Petrogrado, pues ella sería arrestada. Después de lo cual varios delegados propusieron que la<br />
Mesa de la Conferencia se organizara en Comité <strong>Revolucion</strong>ario Provisional y se encargara de<br />
las elecciones para el nuevo soviet.<br />
En ese momento el presidente manifestó que un destacamento de 2.000 hombres venía<br />
hacía el lugar de la reunión. Excitados y ansiosos, los delegados abandonaron el edificio de la<br />
Casa de Educación.<br />
Levantada la sesión a causa de esa última comunicación, el Comité <strong>Revolucion</strong>ario<br />
Provisional, encargado del orden, se instaló en el navío de línea Petropavlovsk, donde<br />
permaneció hasta el día que, por sus esfuerzos, quedó asegurado el orden en la ciudad, para<br />
velar mejor por los intereses de todos los trabajadores, marinos, soldados rojos y obreros.<br />
Agreguemos a este relato, sumario e incompleto, algunos detalles referidos más<br />
tarde por uno de los miembros del Comité revolucionario.<br />
<strong>La</strong> decisión de crear este Comité, tomada por unanimidad instantes antes de la<br />
clausura de la sesión, bajo la impresión de alarmantes rumores y las amenazas de<br />
Kuzmin, Kalinin y Vasiliev, dejó entender que «la Mesa de la Conferencia y el presidente<br />
Petrichenko quedaban encargados de cumplir provisoriamente las funciones de un<br />
Comité revolucionario, a falta de tiempo para crearlo de modo más formal».<br />
Se sabía positivamente que de seguida del mitin popular del 1 de marzo, los<br />
comunistas de Kronstadt emprendieron serios preparativos para una acción militar<br />
contra el movimiento. En efecto, especialmente el comité comunista local se puso a<br />
armar abundantemente a sus partidarios. Y ordenó al comisario de la fortaleza que<br />
enviara a las células comunistas fusiles, ametralladoras y municiones. Está fuera de<br />
duda que los jefes comunistas de Kronstadt habrían roto las hostilidades desde el 2 de<br />
marzo e impedido la Conferencia de delegados, si sus planes no hubiesen sido<br />
contrarrestados por algo imprevisto.<br />
Sobre cerca de 2.000 comunistas inscriptos en Kronstadt, la gran mayoría sólo era<br />
comunista de registro, adheridos por razones personales mas no por convicción. Desde<br />
el comienzo de los sucesos, esta masa comunista abandonó a los jefes y se incorporó al<br />
movimiento general. Los jefes solos, aun sostenidos por un cierto número de kursanty<br />
radicados en Kronstadt y ciegamente fieles al partido, no podían confiar en resistir a la<br />
flota, la guarnición y la población entera. Por ello abandonaron la idea de una lucha<br />
armada inmediata en Kronstadt misma. Una parte de ellos huyó, otra se dirigió a los<br />
fuertes circundantes con objeto de intentar levantarlos contra el movimiento. Los<br />
kursantis los siguieron; visitaron unos tras otros los fuertes sin encontrar apoyo en<br />
parte alguna. Y finalmente se dirigieron a Punta Roja (Krasnaya Gorka.)<br />
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