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La Revolucion Desconocida _Volin - fondation Besnard

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- Los gigantescos proyectos de electrificación sólo se han realizado en<br />

insignificante medida.<br />

- El comisario del pueblo Kosyguin declaró, en mayo de 1939, que las fábricas<br />

textiles estaban deficientemente equipadas y eran, pues, técnicamente inadecuadas<br />

para trabajar en las proporciones necesarias. Y se lamentaba, además, de la<br />

desvinculación entre la industria textil y los productores de materias primas. «<strong>La</strong>s<br />

empresas textiles no reciben –confesaba- suficiente lino, cáñamo y lana. Grandes<br />

cantidades de lino se pudren, sin embargo, en los campos; el cáñamo recogido espera<br />

indefinidamente ser hilado, y en cuanto a la lana, su preparación padece de negligencia<br />

en las elementales tareas de la selección y la limpieza, lo que acarrea enorme perjuicio<br />

a la fabricación de tejidos. Otro tanto puede decirse –agregaba- de la preparación de<br />

los capullos de seda.»<br />

Podrían llenarse de páginas y páginas con concordantes referencias de hechos y<br />

cifras precisas, recogidos en las buenas fuentes de la prensa bolchevique, relativos a<br />

todo orden de actividades, para probar irrefutablemente el fracaso de los planes<br />

quinquenales.<br />

En cuanto a la industrialización, sólo hay la molestia de elegir entre las múltiples<br />

pruebas, para describir el estado lamentable de todas las industrias.<br />

- Según confesión de Izvestia, en varios números de enero de 1940, la industria<br />

hullera no sabía utilizar la maquinaria nueva, lo que constituyó una de las causas del<br />

insuficiente rendimiento.<br />

- Los diarios del 30 de julio de 1939 se dedicaron a la Jornada de los transportes<br />

ferroviarios. <strong>La</strong>s confesiones descubiertas en ellos son excepcionalmente edificantes.<br />

Generalmente los rieles son provistos en cantidades muy insuficientes y de mala<br />

calidad. Para su fabricación hay en la Unión Soviética cuatro grandes fábricas, que<br />

desde hace un tiempo han dejado de producir rieles de primera calidad. Los<br />

ferrocarriles han de contentarse, pues, con rieles de segunda o tercera calidad. Y, de<br />

añadidura, hasta un 20 por 100 de ellos resultan inutilizables. En julio de 1939, en<br />

pleno trabajo de reparación de vías, la gran fábrica Kusnetzki suspendió bruscamente la<br />

entrega de rieles. ¿Razón? Falta de aparatos de perforación. De manera general, los<br />

repuestos indispensables para los trabajos de reparación no llegan oportunamente, lo<br />

que paraliza todo el trabajo. Tres grandes fábricas de repuestos para ferrocarriles<br />

interrumpen frecuentemente las entregas por falta de acero, utillaje u otras causas. Se<br />

cita, entre otros, el caso de una de esas fábricas que, por faltarle solamente unas tres<br />

toneladas de metal, suspendió totalmente la entrega, con lo que los ferrocarriles<br />

carecieron de un millón de repuestos. Es frecuente también que las fábricas entreguen<br />

tales o cuales repuestos, dejando de proveer otros igualmente indispensables, y sin los<br />

cuales los entregados carecen casi enteramente de aplicación. Los rieles, por ejemplo,<br />

están ahí, deteriorándose, sin colocar, por falta de las piezas para unirlos y sujetarlos.<br />

Por mucho que las autoridades extremen el rigor y el gobierno prodigue sus<br />

llamados y establezca responsabilidades, todo resulta ineficaz y los informes oficiales<br />

deben hacer constar, de vez en cuando, que una de las razones de semejantes lagunas<br />

es «la ausencia de todo interés, de toda animación en las masas laboriosas». Según<br />

confesión de ciertos órganos competentes, los obreros demuestran una indiferencia<br />

rayana en el sabotaje. También se habla a menudo de exceso de centralización, de<br />

burocratismo y de general incuria. Pero hablar no significa remediar. Remedio que no lo<br />

hay. Hay que condenar, pues, todo el sistema.<br />

- Según otras confesiones de la prensa soviética, todas las explotaciones mineras,<br />

inclusive la del petróleo, sufren por falta de organización. Su rendimiento es bajo, pese<br />

al suministro de maquinaria, en muy mal estado a menudo, y a las reiteradas medidas<br />

oficiales. Los números de diciembre de 1939 del Pravda comprueban que el rendimiento<br />

de las explotaciones hulleras de Ural disminuye continuamente.<br />

- Por la misma época, los diarios se quejan del atolladero en que se debate la<br />

industria química.<br />

- <strong>La</strong> fábrica El Proletario Rojo, que se halla a la vanguardia de la industria<br />

metalúrgica en la Unión Soviética, según Pravda, sólo produce el 40 por 100 de metal,<br />

en razón de «un gran desorden técnico y administrativo».<br />

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