La Revolucion Desconocida _Volin - fondation Besnard
La Revolucion Desconocida _Volin - fondation Besnard
La Revolucion Desconocida _Volin - fondation Besnard
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
urgués de factura constitucional, a la democracia burguesa y, al fin, al poder socialista<br />
moderado.<br />
Dos hechos marcaron sobre todo esa impotencia: primero, la imposibilidad para el<br />
país de continuar la guerra, y para los gobiernos de hacerla cesar; segundo, la urgencia<br />
que el país atribuía a la convocatoria a la Asamblea Constituyente y la imposibilidad<br />
para los gobiernos de convocarla.<br />
<strong>La</strong> vigorosa propaganda de la extrema izquierda por la inmediata paralización de<br />
la guerra, por la rápida convocación de la Constituyente y por la revolución social<br />
integral , como único medio de salvación, junto a otros factores de menor importancia,<br />
excitaron esta marcha fulminante de la revolución.<br />
Así, la Revolución rusa, desencadenada a fines de febrero de 1917 contra el<br />
zarismo, quemó rápidamente las etapas de una revolución política burguesa,<br />
democrática y socialista moderada.<br />
En octubre, libre de obstáculos el camino, la revolución se asentó, efectiva y<br />
definitivamente, en el terreno de la Revolución social. Fue perfectamente lógico y<br />
natural que, después de la caída de todos los gobiernos y partidos políticos moderados,<br />
el pueblo se volviera hacia el partido bolchevique, último partido existente, el único que<br />
permanecía en pie, que había encarado sin temor la Revolución social y que prometía, a<br />
condición de llegar al poder, la solución rápida y feliz de todos los problemas.<br />
<strong>La</strong> propaganda anarquista, lo repetimos, era todavía demasiado débil para tener<br />
una influencia inmediata y concreta sobre los acontecimientos. Y el movimiento<br />
sindicalista no existía.<br />
Desde el punto de vista social, la situación era ésta: tres elementos<br />
fundamentales se hallaban en presencia: primero, la burguesía; segundo, la clase<br />
obrera; tercero, el partido bolchevique, que figuraba como ideología de vanguardia.<br />
<strong>La</strong> burguesía era débil y el partido bolchevique no tuvo demasiadas dificultades en<br />
destruirla.<br />
<strong>La</strong> clase obrera también era débil. No organizada, sin experiencia y, en el fondo,<br />
inconsciente de su verdadera tarea, no supo obrar inmediatamente ella misma, por su<br />
propia cuenta. Se dejo llevar por el Partido Comunista, que se apoderó de su acción.<br />
Esta insuficiencia de la clase obrera rusa en los comienzos de la revolución sería<br />
fatal para la secuencia de los acontecimientos y también para la Revolución integral.<br />
(Ya hemos hablado del nefasto Pasivo de la revolución abortada de 1905-1906: la clase<br />
obrera no conquistó el derecho de organizarse; permaneció desunida. En 1917 se<br />
resentiría de ello.)<br />
El partido bolchevique, al apoderarse de la acción, en lugar de prestar<br />
simplemente apoyo a los trabajadores en sus esfuerzos para completar la Revolución y<br />
emanciparse, en lugar de ayudarlos en su lucha, papel que en su pensamiento los<br />
obreros le asignaban y que debiera ser, normalmente, el de todas las ideologías<br />
revolucionarias, y que por nada exige la toma ni el ejercicio del poder político 10 , el<br />
10 El poder político no es en sí una fuerza. Es fuerte en la medida en que puede apoyarse en el capital, en el<br />
armazón del Estado, en el ejército, en la policía. Falto de esos apoyos, permanece suspendido en el vacío,<br />
impotente, inoperante. <strong>La</strong> Revolución rusa nos da la prueba formal de ello: la burguesía rusa, teniendo en sus<br />
manos el poder político después de febrero de 1917, fue impotente, y su poder cayó solo, dos mese más<br />
tarde; no disponía de ninguna fuerza, ni de capital productivo, ni de una masa confiada, ni de un sólido<br />
aparato estatal, ni de un ejército adicto. El segundo y el tercer gobiernos provisorios cayeron igualmente y<br />
por la misma razón. Y es bien probable que si los bolcheviques no hubiesen precipitado los acontecimientos,<br />
el gobierno de Kerenski habría sufrido la misma suerte, poco más tarde.<br />
Si la Revolución social está en gestación, de manera que el capital –suelo, subsuelo, fábricas, medios de<br />
transporte, dinero, etc.- comienza a pasar al pueblo, y el ejército hace causa común con éste, no hay por qué<br />
preocuparse del poder político. Si las clases vencidas intentaran por tradición formar uno, ¿qué importancia<br />
podría tener? Siempre sería un gobierno fantasma, ineficaz y fácilmente suprimible al menor esfuerzo del<br />
pueblo armado. Y la revolución, ¿qué necesidad tenía de gobierno y poder político? Su sola tarea es la de<br />
avanzar por la misma ruta popular, organizarse, consolidarse, perfeccionarse en lo económico, defenderse si<br />
es preciso, extenderse y edificar la nueva vida social de las vastas masas, etc. Todo esto, en efecto, nada<br />
tiene que ver con un poder político. Porque todo esto es función normal del propio pueblo revolucionario, de<br />
sus múltiples organismos económicos y sociales y de sus federaciones coordinadoras, de sus formaciones de<br />
defensa, etc.<br />
¿Qué es en el fondo un poder político? ¿Qué es la actividad política? ¡Cuántas veces lo he preguntado a<br />
miembros de partidos políticos avanzados sin obtener jamás una contestación inteligible! Se puede llegar a<br />
60