La Revolucion Desconocida _Volin - fondation Besnard
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los regímenes decadentes, la fuerza armada, estaba dislocado; el país entero se<br />
levantaba más y más resueltamente contra el zarismo.<br />
En agosto de 1905, cediendo a algunas instancias, el emperador se decidió a<br />
reconocer hipócritamente, post factum, ciertas libertades. Prometió también convocar<br />
una Asamblea Nacional representativa (Duma), con derechos muy limitados, mediante<br />
un sistema electoral muy restringido. El ministro del Interior, Bulyguin, fue encargado<br />
de prepararla y realizarla. Pero este paso, bien tímido, tardío y manifiestamente<br />
hipócrita, no satisfizo a nadie. <strong>La</strong> agitación y las revueltas continuaron, y la «Duma<br />
Bulyguin» no vio jamás la luz y él terminó por ser renunciado, a fines de agosto, y<br />
remplazado por Witte, quién consiguió persuadir a Nicolás II a otorgar concesiones más<br />
serias.<br />
<strong>La</strong> huelga general de octubre. El gobierno tambalea. El manifiesto del 17 de<br />
octubre y sus efectos:<br />
<strong>La</strong> inactividad y la impotencia manifiestas del gobierno enardecieron a las fuerzas<br />
de la oposición y de la revolución. Desde que comenzó octubre se habló de huelga<br />
general en el país como preludio de la revolución decisiva.<br />
Esta huelga, que abarcó a toda Rusia, huelga formidable, única en la historia<br />
moderna, se declaró a mediados de octubre. Fue menos espontánea que la de enero.<br />
Encarada y preparada desde hacia largo tiempo, fue organizada por el soviet, la Unión<br />
de las Uniones y, sobre todo, por numerosos comités de huelga. Fábricas, talleres,<br />
negocios, bancos, administración, astilleros, ferrocarriles y todas las vías de<br />
comunicación, postales y telegráficas, todo, absolutamente todo, fue paralizado. <strong>La</strong> vida<br />
del país quedó suspendida.<br />
El gobierno, debilitado, cedió. El 17 de octubre de 1905 el Zar lanzó su famoso<br />
manifiesto, donde declaraba solemnemente haber decidido conceder a sus «queridos y<br />
fieles súbditos» todas las libertades políticas y convocar lo más rápidamente posible a<br />
algo así como los Estados Generales: la Duma del Estado 4 , para prestar colaboración al<br />
gobierno.<br />
Era, en fin, la oscura promesa de un vago régimen constitucional. Algunos la<br />
tomaron en serio. Un partido octubrista se creó de inmediato, declarando aceptar,<br />
aplicar y defender las reformas anunciadas por el manifiesto.<br />
En realidad, este acto del gobierno y del Zar perseguía dos finalidades, que nada<br />
tenían de común con una constitución:<br />
1.- Producir efecto en el extranjero; dar la impresión de que la revolución estaba<br />
terminada, y que el gobierno era de nuevo dueño de la situación, trabajar<br />
ventajosamente a la opinión pública, en particular el ambiente financiero, a fin de<br />
reanimar el proyecto de empréstito; y…<br />
2.- Engañar a las masas, calmarlas, cerrar el camino a la revolución.<br />
<strong>La</strong>s dos finalidades fueron alcanzadas. <strong>La</strong> huelga cesó, el ímpetu revolucionario<br />
fue frenado y la impresión en el extranjero fue favorable. Allí se comprendió que, a<br />
pesar de todo, el gobierno del Zar era todavía lo suficientemente fuerte para mantener<br />
en jaque a las fuerzas de la revolución. El empréstito estaba asegurado.<br />
Es evidente que los partidos revolucionarios no cayeron en el engaño; vieron<br />
claramente en el manifiesto una simple maniobra política y comenzaron a explicarla de<br />
inmediato al pueblo, que no manifestó tampoco excesiva confianza. <strong>La</strong> huelga cesó, es<br />
cierto, como si las demandas hubiesen sido satisfechas y como si se tuviese confianza.<br />
Pero este hecho reveló simplemente la falta de aliento de la revolución y que todavía no<br />
podía ir más allá. Ninguna expresión de satisfacción real se hizo sentir; el pueblo no se<br />
apresuró a hacer uso de sus nuevos derechos, sintiendo intuitivamente que se trataba<br />
4 El término Duma es tomado de lejanos siglos en que se llamaba Dumaboyarskaya a una especie de<br />
Consejo de Estado o Cámara de Nobles (boyardos): institución destinada a ayudar al Zar en sus funciones.<br />
Más tarde, en los siglos XVI y XVII se denominaba Zemskaya Duma a las asambleas que reunían<br />
representantes de diversas clases comparables con los Estados Generales de la antigua monarquía francesa.<br />
En fin, en la época de que hablamos, Gorodskaya Duma significa Consejo Municipal de la ciudad: gorod<br />
significa ciudad y Duma, pensamiento o asamblea.<br />
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