La Revolucion Desconocida _Volin - fondation Besnard
La Revolucion Desconocida _Volin - fondation Besnard
La Revolucion Desconocida _Volin - fondation Besnard
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Muchas fábricas, entre las más importantes, organizaron asambleas generales<br />
obreras y adoptaron resoluciones hostiles al gobierno, exigiendo un cambio de régimen.<br />
Proclamas en el mismo sentido aparecieron en los talleres y los muros de la ciudad. <strong>La</strong>s<br />
masas se agitaban sordamente.<br />
Se impone aquí una observación importante. En tan vasto movimiento popular<br />
intervenían, naturalmente, diversos elementos y contenían diversas tesis. No admitía<br />
ninguna libertad de ideas ni de discusión, y entre rejas numerosos revolucionarios, toda<br />
esta efervescencia era necesariamente vaga y confusa. Desviada la Revolución y todo el<br />
proceso revolucionario metido en una ruta falsa, el movimiento entero estaba<br />
fatalmente desnaturalizado. En tales condiciones, era natural que ciertos elementos,<br />
influidos por una propaganda antirrevolucionaria (la de los socialistas moderados, sobre<br />
todo), propusieran medidas y soluciones tendentes al retroceso de la Revolución en vez<br />
de intentar sacarla de las rémoras que impedían su avance. Así, algunos pedían el<br />
restablecimiento de la libertad de comercio y, sobre todo, la convocatoria de una<br />
Asamblea Constituyente.<br />
Hemos de señalar, empero, tres hechos esenciales:<br />
1.- Esos elementos estaban lejos de prevalecer en el conjunto del movimiento. No<br />
eran ni los más fuertes ni los más audaces. <strong>La</strong> libertad de propaganda, la libertad de<br />
acción para las masas, aún podían, con ayuda de los bolcheviques sinceros, salvar la<br />
situación, hallar una solución y dar a la Revolución un nuevo impulso en el buen<br />
sentido.<br />
2.- No se olviden que, desde un punto de vista general, el bolchevismo también<br />
representaba un sistema reaccionario. Había, pues, dos fuerzas reaccionarias en<br />
presencia: la una, la de ciertos elementos antibolcheviques, tendía a hacer retroceder la<br />
Revolución, y la otra, el bolchevismo, la paralizaba y petrificaba. Distanciada de unos y<br />
otros se hallaba la única fuerza verdaderamente revolucionaria.<br />
3.- Entre los elementos constituyentes de esta verdadera fuerza revolucionaria,<br />
Kronstadt era el representante de mayor importancia.<br />
Los de Kronstadt encaraban una solución, aunque ciertamente hostil al<br />
bolchevismo, sin nada de común con ideas retrógradas como la de la Asamblea<br />
Constituyente o el retorno al capitalismo privado. <strong>La</strong> acción sostenida por Kronstadt<br />
desde el comienzo de los tumultos da fe de ello.<br />
En respuesta a ciertas proclamas y propaganda exigiendo la convocatoria de una<br />
nueva Constituyente, Kronstadt envió, clandestinamente, claro está, sus delegados a<br />
centrales eléctricas, fábricas y talleres para expresar a los obreros lo siguiente:<br />
Toda la energía revolucionaria de Kronstadt, sus cañones y ametralladoras, serán<br />
resueltamente dirigidos contra la Asamblea Constituyente y contra toda regresión. Pero<br />
si los obreros, desengañados de la dictadura del proletariado, se levantan contra los<br />
nuevos impostores, por los soviets libres, por la libertad de palabra, de prensa, de<br />
organización y de acción de los trabajadores, obreros y campesinos, y de todas las<br />
corrientes ideológicas: anarquistas, socialistas revolucionarios de izquierda, etc.; si los<br />
obreros se rebelan por una tercera Revolución verdaderamente proletaria, por las<br />
palabras de orden de octubre, entonces Kronstadt los apoyará con todas sus fuerzas,<br />
unánimemente dispuesta a vencer o morir.<br />
El 22 de febrero comenzaron los mítines espontáneos en las grandes centrales<br />
eléctricas. El 24, los tumultos tomaron mucho más grave giro. Desde la mañana, las<br />
autoridades emprendieron, con propósito de depuración, una revisión de fichas<br />
individuales de los obreros de la usina Trubochny, una de las más importantes de<br />
Petrogrado, lo que hizo desbordar el vaso. Se cesó el trabajo en la usina y algunos<br />
centenares de obreros se dirigieron a otros establecimientos para incitar al paro al<br />
personal. Bien pronto entraron en huelga el personal de las centrales eléctricas Báltica<br />
y Patronny, de municiones ésta, y la fábrica <strong>La</strong>ferme.<br />
Una columna de dos a tres mil obreros, muy agitados, intentó avanzar en<br />
manifestación. El gobierno obrero y campesino, que ya disponía de algunas fuerzas<br />
policiales y militares especialmente adiestradas, despachó destacamentos de cadetes<br />
de la Academia militar, aspirantes a oficiales (llamados kursanty), que arremetieron<br />
203