La Revolucion Desconocida _Volin - fondation Besnard
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Preparativos bolcheviques para una invasión armada de la región libre. <strong>La</strong><br />
segunda campaña de Denikin:<br />
El conflicto con Dybenko no fue, naturalmente, sino el prólogo del drama que se<br />
anunciaba.<br />
<strong>La</strong>s respuestas del Consejo llevó al colmo la cólera de las autoridades<br />
bolcheviques. Y, sobre todo, les probó que debían abandonar toda esperanza de<br />
someter pacíficamente la región a su dictadura. Desde entonces, los bolcheviques<br />
encararon un ataque armado contra la región.<br />
<strong>La</strong> campaña de prensa contra la majnovschina redobló en intensidad. Se imputó al<br />
movimiento las peores ignominias, los crímenes más abominables. Se excitó<br />
sistemáticamente a las tropas rojas, a la juventud comunista ya la población rusa en<br />
general contra los anarcobandidos y los kulaks amotinados. Como anteriormente en<br />
Moscú -y más tarde en ocasión de la rebelión de Kronstadt-, Trotski en persona condujo<br />
una encarnizada campaña contra la región libre. Llegado a Ucrania para hacerse cargo<br />
de la eventual ofensiva, lanzó, en espera de ella, una serie de artículos ofensivos, el<br />
más violento de los cuales apareció en el número 51 de su diario En Camino, con el<br />
título «Majnovschina». Según Trotski, el movimiento insurreccional no era sino una<br />
revuelta camuflada de ricos granjeros (kulaks) tendente a establecer su poder en la<br />
región. Todos los discursos de majnovistas y anarquistas sobre la comuna libre de los<br />
trabajadores no eran más, según su opinión, que estratagemas de guerra. En realidad,<br />
majnovistas y anarquistas aspiraban a establecer en Ucrania su propia «autoridad<br />
anarquista», que resultaría, al fin de cuentas, «en la de los ricos kulaks».<br />
El mismo Trotski pronunció, poco más tarde, su famosa sentencia afirmando que<br />
era preciso acabar, ante todo, con la majnovschina. «Vale más -explicaba- ceder toda<br />
la Ucrania a Denikin que permitir la expansión del movimiento majnovista. El<br />
movimiento de Denikin, francamente contrarrevolucionario, podrá ser fácilmente<br />
comprometido más tarde por conducto de la propaganda de clase, mientras que la<br />
majnovschina se desarrolla en el fondo de las masas y solivianta justamente a las<br />
masas contra nosotros.» (Cit. según Arshinov.)<br />
Trotski sostuvo esta tesis en reuniones de comandantes y jefes militares. Probó<br />
así, por una parte, que había advertido perfectamente la esencia popular revolucionaria<br />
del movimiento majnovista, pero no, de ningún modo, el verdadero carácter del<br />
movimiento de Denikin.<br />
Al mismo tiempo, los bolcheviques emprendieron una serie de reconocimientos e<br />
investigaciones en la región. Grandes funcionarios y militares de alto grado -Kamenev,<br />
Antonov-Ovseenko y otros- visitaron a Majno y se dieron a hacer, bajo apariencias de<br />
amistad, preguntas y críticas, llegando hasta las insinuaciones y aun a las amenazas<br />
desembozadas.<br />
El golpe del ex oficial zarista Grigoriev -no nos detendremos en él, aunque<br />
presente cierto interés-, liquidado por los majnovistas de acuerdo con los bolcheviques,<br />
frenó por algún tiempo aquella campaña. Pero no tardó en reanudarse con todo vigor.<br />
En mayo de 1919, los bolcheviques intentaron hacer asesinar a Majno. El mismo<br />
Majno descubrió el complot, gracias a su astucia y a una dichosa casualidad. Otra<br />
casualidad y la prontitud de sus reacciones le permitieron apresar a los organizadores<br />
del complot, quienes fueron ejecutados. Más de una vez, por lo demás, camaradas<br />
empleados en instituciones bolcheviques advirtieron a Majno que, en caso de ser<br />
llamado, no se presentara en Yekaterinoslav, Jarkov u otra ciudad cualquiera, por<br />
tratarse de segura celada donde le esperaría la muerte.<br />
Pero lo peor es que justamente cuando el peligro blanco cobraba mayor gravedad<br />
-por los continuos refuerzos considerables que recibía Denikin, sobre todo en el sector<br />
enfrentado al majnovista, al que llegaron gran número de caucasianos-, los<br />
bolcheviques cesaron por completo sus suministros. Todas las reclamaciones, los gritos<br />
de alarma y las protestas eran inútiles. Los bolcheviques estaban firmemente decididos<br />
a aplicar el bloqueo al sector majnovista, con el fin de destruir, ante todo, la potencia<br />
armada de la región. Su designio era muy sencillo: dejar que los majnovistas fueran<br />
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