La Revolucion Desconocida _Volin - fondation Besnard
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el ejército insurreccional, sino contra la población campesina en general. Los arrestos y<br />
las ejecuciones en masa comenzaban al punto. <strong>La</strong> represión denikista fue superada, en<br />
extensión y horror, por la de los bolcheviques.<br />
<strong>La</strong> prensa comunista de la época solía, al ocuparse de la lucha contra los<br />
insurgentes, citar cifras de los majnovistas vencidos, de los prisioneros y los fusilados.<br />
Pero omitía aclarar que se trataba casi siempre no de combatientes del ejército, sino de<br />
aldeanos convictos o solamente sospechados de simpatía por los majnovistas.<br />
<strong>La</strong> llegada de las tropas rojas a una aldea significaba el inmediato arresto de<br />
numerosos campesinos, muchos de ellos fusilados, como insurgentes o como rehenes<br />
sacrificados. Guliai-Polie cambió muchas veces de mano. Y, naturalmente, hubo de<br />
sufrir mucho más, por las reiteradas incursiones bolcheviques. Cada sobreviviente<br />
podría relatar casos espantosos de la represión bolchevique. En las primeras<br />
incursiones, Majno, que se hallaba enfermo al extremo de no tener conocimiento,<br />
estuvo muchas veces a punto de caer en poder del enemigo, que lo buscaba<br />
afanosamente. Y pudo salvarse, y curarse, gracias a la sublime abnegación de los<br />
campesinos, que en ocasiones se sacrificaban voluntariamente para ganar tiempo y<br />
permitir que el enfermo fuera trasladado a lugar más seguro.<br />
Según cálculos moderados, en esa época más de 200.000 campesinos y obreros<br />
fueron fusilados o gravemente mutilados por los bolcheviques en Ucrania. Y otros<br />
tantos fueron encarcelados o deportados al desierto siberiano y otros lugares no menos<br />
penosos.<br />
Naturalmente, los majnovistas no podían a menos de reaccionar contra tan<br />
monstruosa deformación de la Revolución. Al terror de los bolcheviques respondieron<br />
con golpes no menos duros, aplicando contra ellos todos los medios y métodos de las<br />
guerrillas, que habían practicado antes, en la lucha contra el hetman Skoropadsky.<br />
Cuando los majnovistas, a raíz de una batalla o por acción de sorpresa, hacían<br />
numerosos prisioneros rojos, desarmaban a los soldados y los ponían en libertad, aun<br />
sabiendo que se les obligarla a volver a la línea de fuego; los que deseaban unirse a los<br />
majnovistas eran recibidos fraternalmente. Los jefes, los comisarios políticos y los<br />
representantes en misión del Partido Comunista eran pasados a filo de espada, salvo<br />
caso de pedir su gracia los soldados por razones plausibles. No se olvide que todos los<br />
majnovistas, quienquiera fuesen, caídos en poder de los bolcheviques eran<br />
invariablemente fusilados en el acto.<br />
<strong>La</strong>s autoridades bolcheviques y sus agentes pintaban muchas veces a los<br />
majnovistas como vulgares asesinos implacables, como bandidos sin fe ni ley;<br />
publicaban largas listas de nombres de soldados rojos y de miembros del Partido<br />
Comunista muertos por esos criminales. Mas siempre callaban un punto esencial: que<br />
esas víctimas caían en combates emprendidos o provocados por los comunistas<br />
mismos.<br />
En realidad, no se podía sino admirar los sentimientos de tacto, delicadeza,<br />
espontánea disciplina y honor revolucionario de que dieron prueba los majnovistas con<br />
respecto a los soldados del Ejército Rojo. Pero los jefes de éste y la aristocracia del<br />
Partido Comunista eran considerados por los majnovistas como los únicos y verdaderos<br />
responsables de todos los males y todos los horrores con que el poder bolchevique<br />
abrumaba al país. Ellos eran quienes, deliberadamente, habían aniquilado la libertad de<br />
los trabajadores y hecho de la región una llaga sangrante, por la que el pueblo se<br />
desangraba. Para ellos, pues, no había miramientos ni piedad: eran habitualmente<br />
ejecutados apenas identificados.<br />
Uno de los mayores motivos de preocupación para el gobierno bolchevique era<br />
saber aún vivo a Majno y no poder echarle mano. Daba por seguro que la supresión de<br />
Majno significarla la liquidación del movimiento. Por ello, en el verano de 1920<br />
montaron múltiples atentados contra él, ninguno de los cuales resultó. Existe, al<br />
respecto, concluyente documentación. Pero no nos detendremos en estos aspectos en<br />
cierto modo personales.<br />
Durante todo el año 1920, y más tarde, las autoridades bolcheviques sostuvieron la lucha<br />
contra los majnovistas, pretextando combatir al bandolerismo. Hicieron intensa agitación para<br />
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