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La Revolucion Desconocida _Volin - fondation Besnard

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utilizada con éxito en 1812 (durante la invasión napoleónica) y siempre realizable en un<br />

país como la inmensa Rusia.<br />

b) Entrar en tratativas con el comando alemán; proponerle la paz, tratarla y<br />

aceptarla, cualesquiera fuesen las condiciones.<br />

<strong>La</strong> primera solución fue la aceptada por la casi totalidad de las organizaciones<br />

obreras consultadas, así como por los socialistas revolucionarios de izquierda, los<br />

maximalistas, los anarquistas. Se pensaba que sólo tal manera de obrar era digna de la<br />

Revolución social; que sólo ella permitiría tratar con el pueblo alemán, por encima de<br />

sus generales y gobernantes; sólo ella garantizaba un prodigioso impulso de la<br />

Revolución en Rusia y permitía esperar, como consecuencia, su extensión en Alemania<br />

y otros países. Se estimaba, ya lo hemos dicho, que esta solución –especie de acción<br />

directa verdaderamente impresionante- constituía, en las condiciones dadas y en un<br />

país como Rusia, el único método bueno de defensa de la Revolución.<br />

He aquí lo que opinaba al respecto el Golos Truda (número 27, del 24 de febrero<br />

de 1918) en un artículo titulado: «Del espíritu revolucionario»:<br />

Nos hallamos en una decisiva encrucijada de la Revolución, crisis que puede sernos fatal.<br />

El momento es e sorprendente nitidez y de excepcional dramatismo. <strong>La</strong> situación es bien clara<br />

y ha de dársele solución de inmediato. En breves horas sabremos si el gobierno firma o no la<br />

paz con Alemania. Todo el porvenir de la Revolución rusa y la secuela de los acontecimientos<br />

mundiales dependen de esta jornada, de este minuto.<br />

<strong>La</strong>s condiciones propuestas por Alemania son sin ambages ni reservas.<br />

Se conocen ya las ideas de varios miembros eminentes de los partidos políticos, y<br />

también de miembros del gobierno. No hay, en parte alguna, unidad de miras. Desacuerdo<br />

entre los bolcheviques. Desacuerdo entre los socialistas revolucionarios de izquierda.<br />

Desacuerdo en el Consejo de Comisarios del Pueblo. Desacuerdo en el Soviet de Petrogrado y<br />

en el Ejecutivo. Desacuerdo en las masas, en las fábricas, tálleres y cuarteles. <strong>La</strong> opinión del<br />

interior no es aún suficientemente conocida…<br />

(Lo hemos dicho antes: la opinión de los S. R. de I. y de las masas trabajadoras<br />

en Petrogrado y en el interior se precisó, luego, como hostil a la firma del tratado de<br />

paz con los generales alemanes.)<br />

El plazo del ultimátum alemán es de cuarenta y ocho horas. En esas condiciones,<br />

quiérase o no, la cuestión será discutida y la decisión tomada, arriba, en los medios<br />

estrictamente gubernativos. Y esto es lo más terrible…<br />

Nuestra opinión ya la conocen nuestros lectores. Estuvimos desde el principio contra las<br />

tratativas de paz. Y hoy nos levantamos contra la firma del tratado. Estamos por la<br />

organización inmediata y activa de una resistencia de guerrillas. Estimamos que el telegrama<br />

del gobierno pidiendo la paz debe ser debe ser anulado, aceptado el desafío y puesta la suerte<br />

de la Revolución directamente, francamente, en manos de los proletarios de todo el mundo.<br />

Lenin insiste por la firma de la paz. Y, de ser exactas nuestras informaciones, una gran<br />

mayoría acabará por seguirlo. El tratado será firmado.<br />

Sólo la íntima convicción de la invencibilidad final de esta Revolución nos permite no<br />

tomar demasiado a lo trágico esta eventualidad. Pero este modo de concluir la paz comportará<br />

un golpe demasiado duro para la Revolución, estamos persuadidos de ello, el anquilosarla,<br />

humillarla y deformarla por largo tiempo.<br />

Conocemos la argumentación de Lenin, sobre todo según su artículo «Fraseología<br />

revolucionaria» (Pravda, núm. 31). Ella no nos ha convencido.<br />

El autor hace luego una concisa crítica de la argumentación de Lenin, que rebate,<br />

y termina:<br />

Tenemos la firme convicción de que la paz ofrecida moderará el avance de la Revolución,<br />

la rebajará y la dejará por largo tiempo débil, anémica, incolora… <strong>La</strong> aceptación de la paz hará<br />

agachar a la Revolución, la pondrá de rodillas, le cortará las alas, la obligará a arrastrarse…<br />

Porque el espíritu revolucionario, el gran entusiasmo de la lucha, este magnífico vuelo de la<br />

grandiosa idea de la liberación del mundo, le serán arrebatados.<br />

Y, para el mundo, su luz se extinguirá.<br />

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