La Revolucion Desconocida _Volin - fondation Besnard
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CAPITULO VI<br />
OJEADA DE CONJUNTO.<br />
El cuadro que acabo de trazar requiere algunas pinceladas complementarias.<br />
El sistema bolchevique quiere que el Estado-patrono sea también para cada<br />
ciudadano el furriel, el guía moral, el juez y el distribuidor de premios y castigos. El<br />
Estado proporciona a cada ciudadano trabajo y le asigna un empleo; lo alimenta y le<br />
paga; lo vigila, utiliza y maneja a gusto; lo educa y moldea; lo juzga y le discierne<br />
recompensas o condenas. Es empleador, alimentador, protector, vigilante, educador,<br />
instructor, juez, carcelero y verdugo, todo, en junto, en una sola persona, la del Estado,<br />
que con el auxilio de sus funcionarios aspira a ser omnipresente, omnisciente y<br />
omnipotente. ¡Ay de quien intente escapar de su férula!<br />
Subrayemos que el Estado (el gobierno) bolchevique se ha apoderado no sólo de<br />
todos los bienes materiales y morales, sino también –lo que tal vez sea más grave- se<br />
ha convertido en detentador perpetuo de toda la verdad, en todos los dominios: verdad<br />
histórica, económica, política, social, científica, filosófica o de cualquier índole. En todos<br />
los dominios el gobierno bolchevique se considera infalible y llamado a conducir a la<br />
humanidad. Sólo él posee la verdad. Sólo él sabe adónde y cómo dirigirse. Sólo él es<br />
capaz de conducir con bien la Revolución. Lógica y fatalmente, pretende que los 170<br />
millones de habitantes lo consideren como el único sostenedor infalible, inatacable,<br />
sagrado. Lógica e inevitablemente, quienquiera, hombre o grupo, ose, no ya combatir a<br />
este gobierno, sino simplemente dudar de su infalibilidad, criticarlo, contradecirlo,<br />
censurarlo en lo que sea, es tenido por enemigo, y, por lo tanto, enemigo de la verdad,<br />
de la Revolución: ¡es contrarrevolucionario!<br />
Se trata de un verdadero monopolio de la opinión y el pensamiento. Toda opinión,<br />
todo pensamiento que no sea el del gobierno es considerado herejía, herejía peligrosa,<br />
inadmisible, criminal, que se castiga inexorablemente con la prisión, el exilio, la<br />
ejecución.<br />
Los sindicalistas y anarquistas, ferozmente perseguidos tan sólo por su osadía de<br />
tener una opinión independiente sobre la Revolución, saben algo al respecto.<br />
El sistema es, bien se ve, de completa, absoluta esclavitud del pueblo, esclavitud<br />
física y moral. Es, si se quiere, una nueva y terrible Inquisición en el íntegro plano<br />
social. Tal es la obra cumplida por el partido bolchevique.<br />
¿Persiguió semejante resultado? ¿Lo hizo a sabiendas?<br />
No, ciertamente. Sus mejores representantes aspiraban, sin duda a un sistema<br />
que permitiera la construcción del verdadero socialismo y abriera camino al comunismo<br />
integral. Estaban convencidos de que los métodos preconizados por sus grandes<br />
ideólogos llevarían a ellos infaliblemente. Por otra parte, creían que todos los medios<br />
eran buenos y justificados, de ser conducentes al fin. Sinceros, sí, pero engañados. Y<br />
tomaron por falso camino. Por eso, algunos de ellos, al comprender el irreparable error<br />
y doloridos de sobrevivir a sus frustradas esperanzas, se suicidaron. Los conformistas y<br />
los logreros, naturalmente, se adaptaron.<br />
Me interesa consignar aquí la confesión que me hizo, hace algunos años, un<br />
bolchevique eminente y sincero, en ocasión de una apasionada discusión. «Ciertamente<br />
–me dijo-, nos hemos extraviado y venido a parar en lo que no queríamos ni<br />
pensábamos. Pero trataremos de volver sobre nuestros errores, salir del impasse,<br />
retomar el buen camino. Y lo lograremos.»<br />
Se puede estar absolutamente seguro, por lo contrario, que no lo lograrán, que no<br />
saldrán de ahí jamás. Porque la fuerza lógica de las cosas, la psicología humana<br />
general, el encadenamiento de los materiales y la secuela de causas y efectos son, al<br />
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