La Revolucion Desconocida _Volin - fondation Besnard
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TERCERA PARTE<br />
DESPUES DE OCTUBRE<br />
CAPITULO PRIMERO<br />
LOS BOLCHEVIQUES EN EL PODER.<br />
DIFERENCIAS ENTRE ELLOS Y LOS ANARQUISTAS.<br />
Primeros tanteos, compromisos e imposturas. Sus consecuencias fatales:<br />
<strong>La</strong> lucha entre las dos concepciones de la Revolución social: estatista-centralista y<br />
libertaria-federalista, era desigual en la Rusia de 1917. <strong>La</strong> concepción estatista venció.<br />
El gobierno bolchevique se instaló en el trono vacante. Lenin fue el jefe indiscutido, y<br />
en él y su partido recayó la tarea de liquidar la guerra, afrontar todos los problemas de<br />
la revolución y encaminarla hacía la verdadera Revolución social.<br />
<strong>La</strong> idea política prevaleció y realizó su experiencia en la forma que veremos a<br />
continuación.<br />
El gobierno bolchevique se componía de intelectuales, de doctrinarios marxistas.<br />
Instalados en el poder, pretendiendo representar en él a los trabajadores y conocer,<br />
sólo ellos, el verdadero medio de conducirlos hacia el socialismo, entendían gobernar<br />
por decretos y leyes que las masas laboriosas debían aprobar y aplicar.<br />
Al principio, el gobierno y su jefe aparentaron ser fieles ejecutores de la voluntad<br />
del pueblo trabajador, y, en todo caso, justificar ante él sus decisiones, sus gestos y<br />
sus actividades. Así, por ejemplo, todas sus primeras medidas, es decir el primer paso<br />
oficial hacía la paz inmediata (decreto del 28 de octubre de 1917) y el decreto que<br />
entregaba la tierra a los campesinos (26 de octubre) fueron adoptados por el Congreso<br />
de los Soviets, que el gobierno aprobó. Lenin sabía que serían acogidos con satisfacción<br />
por el pueblo y por los revolucionarios. No hacían, pues, sino sancionar el estado de<br />
cosas existentes. Igualmente Lenin juzgó necesario justificar ante el Ejecutivo de los<br />
Soviets la disolución de la Constituyente (enero de 1918), acto que merece algunas<br />
puntualizaciones.<br />
<strong>La</strong> disolución de la Asamblea Constituyente:<br />
Los anarquistas, en concordancia con su concepción social y revolucionaria, eran<br />
opuestos, bien lo sabe el lector, a la convocatoria de la Constituyente. He aquí la<br />
explicación de su punto de vista, en el editorial de su semanario de Petrogrado (Golos<br />
Truda, número 19, del 18 de noviembre al 1 de diciembre de 1917):<br />
Camaradas obreros, campesinos, soldados, marinos, trabajadores todos:<br />
Henos en plena elección para la Asamblea Constituyente.<br />
Es muy probable, pues, que pronto ella se reúna y comience a sesionar.<br />
Todos los partidos políticos, inclusive los bolcheviques, ponen la suerte ulterior de la<br />
Revolución, del país y del pueblo trabajador en manos de este órgano central. En tales<br />
condiciones, tenemos el deber de poneros en guardia contra dos peligros eventuales.<br />
1.- Si los bolcheviques no tienen en la Constituyente una fuerte mayoría o se encuentran<br />
en minoría.<br />
<strong>La</strong> Constituyente será en ese caso una institución política inútil, abigarrada, socialburguesa.<br />
Ha de ser un corrillo absurdo, a la manera de la Conferencia de Estado de Moscú, de<br />
la Conferencia democrática de Petrogrado, del Consejo Provisional de la República, etc. Se<br />
atascará en discusiones y disputas vanas y frenará la verdadera Revolución.<br />
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